Durante 20 años adelantó su labor pastoral en el Guaviare. Hoy es párroco en Paz de Ariporo.
El sacerdote en 2008 fue quien dio a conocer la presencia de Ingrid Betancurt, entonces secuestrada por la guerrilla de las Farc, en esa zona del Guaviare. No muchos le creyeron y su historia se volvió polémica y asunto de Estado.
El padre insistió en que la historia la conoció por campesinos de la región.
El sacerdote también recibió un día a un campesino que le pidió que bautizara un hijo, pero éste se negó porque no allegó el registro civil. Por cosas de la vida, se intrigó por el comportamiento del hombre, y luego de averiguar constató que el niño era hijo de alguien que posiblemente tenía que ver con la guerrilla. Al cabo del tiempo, se supo que se trataba del niño Emanuel, el hijo de Clara Rojas.