Desde el pasado jueves una fuerte llamarada en las montañas altas de Nobsa (Boyacá) hizo saltar las alarmas entre los habitantes de este municipio boyacense.
Lo que se veía, por la distancia, como unas pequeñas llamas que se podrían apagar con una sencilla intervención de las autoridades, creció a pasos de gigante. El incendio se empezó a expandir y los habitantes se preocupaban cada vez más.
Al lugar llegaron de inmediato cerca de 150 policías expertos en la atención de emergencias. Sin embargo, no lograron nada, pues las altas temperaturas y los fuertes vientos le daban más fuerza a la conflagración.
La Cruz Roja, la Defensa Civil y los Bomberos de siete municipios también llegaron al sitio. El sábado pasado el Ejército Nacional envió personal y, además, prestó un helicóptero para arrojar el agua y apagar el incendio. Sin embargo, no pasó nada.
Este lunes el incendio que cubre las montañas boyacenses cumple cinco días, y los habitantes -que han colaborado en todas las formas posibles a las autoridades- temen que las llaman se expandan y lleguen a las viviendas.
Hasta el momento, cerca de 170 hectáreas de bosque se han visto afectadas por la conflagración. Además de eso, Floresta y Santa Rosa están en alerta, pues son los municipios más cercanos a las montañas de Nobsa.
“Si las llamas no se contienen, puede llegar a afectar las viviendas. Aunque estamos aún lejos de que eso pase, debemos estar atentos. Lo más triste de esto hasta ahora, es el impacto ambiental. La deforestación de los árboles y la afectación a las fuentes de agua que nutren a la comunidad”, explicó a Semana.com el coronel Giovanni Puentes, comandante de la Policía en Boyacá.
Según el oficial, desde el sábado pasado, el Ejército prestó un helicóptero para irrigar agua e intentar apagar las llamas. “Pero el problema ha sido el abastecimiento del líquido, que se está extrayendo de un lago en Paipa. En el ir y venir se gasta mucho tiempo, entonces no ha sido tan efectivo”.
Por eso las autoridades han tomado la decisión de improvisar desde este martes unas piscinas cerca del lugar para hacer el trabajo más productivo y tener el agua cerca.
Eso no es todo. El oficial contó a este portal que también enviaron a la Embajada de Estados Unidos una solicitud para que les fueran prestados unos aviones de aspersión aérea para combatir la conflagración.
Se espera que este martes las autoridades puedan menguar el incendio que cerca este municipio. Si no se logra, los afectados serán, como siempre, la comunidad y el medio ambiente.
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