Idan Matalon manejaba por una calle transitada en la ciudad de Tel Aviv cuando de repente empezó a escuchar las alarmas. No sé lo pensó dos veces, detuvo el auto y agarró a su hija para protegerla. Pensó que ambos podían morir.
MIAMI, EEUU —Idan Matalon iba manejando por una calle de tráfico en Tel Aviv, Israel. Era primera hora de la mañana cuando de repente escuchó las sirenas antiaéreas. Sabía lo que tenía que hacer porque, como él dice, “todos saben cómo se tiene que actuar en estos casos, porque es algo que nos han enseñado desde pequeños”.“Tenemos una regla que dice que si estás manejando y escuchas una alarma tienes que salir afuera del coche, lejos y estar en el piso resguardándote la cabeza porque si cae un misil, al menos asegurarte de que puedes protegerte en la medida de lo posible”, explica el israelí que habló en español durante una entrevista con la Voz de América a vía Zoom.
No se lo pensó dos veces y detuvo su auto. Se bajó y agarró a su bebé, Alma, de 2 años y medio. Tenían que encontrar refugio en menos de un minuto. “Necesitar sacar a mi bebé del coche, estar en el piso y proteger su cabeza. Sabía que necesitaba estar calmado, sobre todo por mi hija porque no quería que llorara”, relató.
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