Estaba durmiendo cuando sintió el calor del fuego. Bomberos atendieron la emergencia.
El calor y un intenso olor a quemado despertaron a doña Blanca Jazmín Rodríguez. Eran pasadas las 10 y media de la noche cuando se percató de que su humilde vivienda, construida en bloque y teja, ardía por el fuego.
Alertada corrió en busca de sus hijos. Como pudo los levantó y de varios golpes rompió la puerta para poder sacarlos en medio de las llamas que ya empezaban a coger más fuerza. Los vecinos llamaron a los bomberos que en pocos minutos lograron extinguirlo.
“Afortunadamente había agua en el pueblo y pudimos tanquear el carro”, dijo Félix García, comandante de bomberos de Pore, quien recordó que muchas veces han tenido que sufrir para atender las emergencias porque en el municipio no hay agua.
“Todo lo que había en la vivienda, quedó vuelto cenizas”, dijo doña Blanca, mientras miraba que la lavadora, los colchones, el televisor, el chifonier, la cocina, y otras cosas “se habían achicharrado”.
Doña Blanca es una mujer que vive sola con sus hijos y trabaja en oficios generales. Ahora tendrá que vivir de la caridad de los vecinos mientras vuelve a recuperarse.