El tranquilo municipio de Labranzagrande, en el departamento de Boyacá, se vio sacudido por una trágica emergencia la tarde del domingo 9 de junio. A las 4:40 p.m., un deslizamiento de tierra en el sector Carare de la vereda Chaguaza sepultó a al menos cuatro personas, sumiendo a la comunidad en una angustia profunda y desesperada.
Lluvia y neblina
Desde la madrugada del domingo, las intensas lluvias y la densa neblina han complicado las labores de rescate. Soldados de la Primera Brigada y la Brigada de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres del Ejército Nacional, junto con socorristas especializados, han trabajado sin cesar desde las 6 de la mañana, de este lunbes festivo 11 de junio, desafiando las adversas condiciones climáticas para encontrar a los desaparecidos.
Las víctimas
Entre las víctimas se encuentran Reymundo León y su esposa Patricia Castro, una pareja de adultos mayores que quedó atrapada bajo su casa cuando toneladas de tierra se deslizaron sobre ella; Leonidas Hurtado y otra persona sin identificar. Según información del medio local Boyacá Siete Días, el exalcalde Segundo Jacinto Pérez reveló que otras dos personas, Leonidas Hurtado y un hombre oriundo de Pisba, podrían haber sido alcanzadas por el deslizamiento mientras caminaban en la zona. «Esto, a pesar de que no se ha logrado confirmar, tampoco se ha podido descartar, ya que la finca a la que se dirigían está en un sector distante del sitio de la emergencia en el que además no se tiene señal de celular», explicó Pérez.
Buscan rscatarlos
El Gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, expresó la complejidad de la situación: «En el lugar de los hechos se han registrado lluvias y neblina desde la madrugada que no han permitido el avance favorable de las labores». Sin embargo, no todo es desolación. Cerca de 30 rescatistas del Ejército Nacional, apoyados por tres caninos, continúan trabajando incansablemente, buscando traer algo de alivio a una comunidad desgarrada por la tragedia.
El municipio no pierde la esperanza
El dolor y la incertidumbre son palpables en Labranzagrande. Las familias esperan noticias con el corazón en un puño, mientras las labores de rescate continúan. Cada minuto que pasa es crucial y cada esfuerzo cuenta en la lucha por encontrar a sus seres queridos.
Este trágico suceso no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad de las comunidades rurales ante los desastres naturales, sino también la valentía y la solidaridad de aquellos que, sin dudarlo, ponen en riesgo sus vidas para salvar a otros.
Labranzagrande, un municipio boyacense donde la naturaleza y la humanidad están intrínsecamente ligadas, enfrenta ahora uno de sus momentos más tristes, la pérdida de cuatro de sus paisanos.
Las Chivas del Llano
Leave a comment