Si no se toman decisiones oportunas podrían presentarse problemas sanitarios.
En una reunión con el gobernador de Casanare, el gerente de Acuatodos, Jhon Miller Domínguez, y entidades comprometidas, se debatió la crisis sanitaria que podría tener el departamento debido a la falta de un sitio para la construcción de un relleno sanitario para el departamento.
La principal problemática radica en que el relleno sanitario de Yopal “Cascajar” ya está cumpliendo su vida útil y su capacidad.
En dicha reunión se buscaron soluciones a mediano plazo para poder hacer frente a esta situación que preocupa tanto a la administración departamental como a las otras entidades pertinentes.
De igual manera el gerente de Acuatodos resaltó el sentido de pertenencia del Gobernador y su intención de poder trabajar de una manera conjunta con el fin de evitar una futura emergencia con lo que tiene que ver en el esquema del servicio de aseo a nivel departamental.
La Empresa de Acueducto de Yopal dio a conocer que se están realizando unos estudios de pre-factibilidad para poder contratar una consultoría con el fin de conocer en detalle los estudios y diseños que se requieren para las trincheras que se pretenden realizar para poder afrontar la difícil situación del relleno sanitario Cascajar que requiere una ampliación su capacidad.
Por su parte Domínguez expresó que, “lo que a nosotros nos compete es fijarnos en los demás municipios del departamento en cuanto a esta situación. Como alternativa a largo plazo tiene que haber un relleno de tipo regional pero debe ser ubicado en Yopal como municipio que más residuos sólidos produce. En este orden de ideas ya hemos trabajado con los alcaldes y alcaldesas de municipios como Villanueva, Tauramena, Aguazul y Paz de Ariporo, quienes han aportado en la construcción del esquema para un relleno sanitario regional”.
Cabe resaltar que en dado caso se logre llevar a cabo esta iniciativa de un relleno sanitario regional, como solución definitiva a la posible crisis sanitaria en Casanare, habría que tener en cuenta aspectos como ambientales, debido los tóxicos y contaminantes líquidos que se producen conocidos como “lixiviados”.
Además de buscar un sitio que no afecte de manera directa a una comunidad como sucede con Cascajar que por sus fuertes olores, presencia de vectores y demás ponen en riesgo a los habitantes de la vereda La Niata y sus alrededores
