Ahora conocida como Amaranta Hank, en honor a su ídolo Bukowski, amenaza con disputarle la supremacía a Esperanza Gómez
La noche en que la periodista Alejandra Omaña se estrenó como actriz porno, la página donde estaba colgado su primer vídeo colapsó. Era más la gente que quería verla que la capacidad del servidor. A nadie le importó que fuera la medianoche de un día de semana porque la trasnochada fue masiva. La propia Alejandra desde su twitter e instagram llevaba algo más de tres semanas promocionando su primer vídeo porno. Por medio del hashtag #MiPrimerVideoPorno provocaba a sus más de 46.000 seguidores. Quería crear expectativa y que compraran la revista SoHo para que el relato de su primer rodaje fuera el texto más leído de la edición de enero. A las 12 de la medianoche del pasado 13 de enero se dio cuenta de que lo logró.
Después de ver el vídeo de 13 minutos queda clara una cosa; a la periodista poco o nada le importa ser excomulgada. Al principio se le ve rezando un avemaría con rosario en mano vestida de monja. Usa un hábito real prestado por un inocente sacerdote que ni se imaginaba a lo que contribuyó. Durante el resto de la escena se dedica a recrear lo que -según ella- haría una monja solitaria en su habitación del convento por la tarde después de rezar el rosario. En ese punto empieza la acción que involucra sus dedos, un consolador y termina en un orgasmo real. La locación fue el apartamento donde vive la periodista, su propia habitación y cama. Desde ahí se escuchan las campanadas de la iglesia de Santa Teresita, que queda a pocas calles en Teusaquillo.
Todo fue filmado y editado por el fotógrafo Leo Carreño, quien junto una asistente alterna entre primerísimos planos y generales. Alejandra quería que el resultado tuviera tratamiento cinematográfico. Es el primer vídeo de Amaranta Hank, seudónimo de la ahora actriz porno, que también es escritoria y periodista. Amaranta como la hija menor de José Arcadio Buendía y Hank como el alter ego de Bukowski. No en vano lleva años publicando en SoHo y El Espectador. El lanzamiento de su primer vídeo porno coincide con el de su primera novela literaria. Sus dos grandes pasiones son el sexo y las letras. Será Amaranta Hank en el porno y seguirá siendo Alejandra Omaña para sus lectores. Sabe que ni todos sus textos juntos tendrán el mismo número de vistas que su vídeo pero tampoco le importa: “Me parece más honesto hacer plata con el porno que con el periodismo”.
No es la primera vez que esta mujer de 24 años causa polémica. Ella ya estaba familiarizada con el escándalo. En 2014 una de sus columnas en SoHo alborotó a su natal Cúcuta. Describió algunos comportamientos, que según decía, eran típicos de sus paisanos. La indignación fue colectiva y desde entonces se ganó el apodo de “la cucuteña promedio” en relación al título de la columna. Un año después prometió que si el Cúcuta Deportivo ascendía a la primera división del fútbol colombiano, se desnudaría en SoHo para celebrarlo. Tras un partido decisivo ante el Quindió, el equipo ascendió. La promesa cumplida de la periodista que se desnudaba por su equipo fue noticia no solo en Colombia, sino en Argentina, Chile, Venezuela, Perú, México y toda la región.
La mañana siguiente a su estreno, el vídeo ya tenía 20.000 vistas. Su twitter amaneció colmado de felicitaciones y aplausos. No se veía un solo comentario repudiando lo que había hecho. Huboquienes aseguraban que había nacido una nueva Esperanza en Colombia. A quienes disfrutaron con su debut en el cine para adultos les tiene buenas noticias. Ya tiene planillado un viaje a Los Ángeles para filmar con la española Amarna Miller. No hay duda de que habrá más escenas de Amaranta Hank. Ella disfruta del porno porque sabe que va a la fija: “Lo bueno del porno es que me asegura un man vergón”. Piensa retirarse una vez cumpla todas sus fantasías sexuales pero eso no será por ahora porque en este momento le faltan muchas. En efecto, aún no ha logrado su orgía con cinco negros
