La fase de construcción terminará en 2022, y los tiempos de viaje entre las dos capitales podrían reducirse en cerca de 60 minutos
Laura Vita Mesa – lvita@larepublica.com.co
Uno de los grandes proyectos de infraestructura que se están desarrollando en la región de los Llanos Orientales es la concesión vial de cuarta generación (4G) Villavicencio – Yopal, que con corte al 28 de febrero reportaba un avance de ejecución de obra de 39,84%. Esta, una vez terminada, logrará reducir los tiempos de viaje entre las capitales de los departamentos en aproximadamente 60 minutos.
La puesta en funcionamiento del corredor, que está prevista para enero de 2023, va a mejorar la conectividad de la Orinoquía con el centro del país, así como la comunicación entre los corredores Yopal – Villavicencio – Bogotá, la Transversal del Sisga (vía alterna a los Llanos Orientales), Yopal – Villavicencio – Puerto Gaitán y Yopal – Villavicencio – Granada.
Lo anterior, señaló el director de infraestructura de la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem), Jairo Espejo, es fundamental, en cuanto permite conectar de una mejor manera los Llanos Orientales con la región central sin pasar por Bogotá, y así avanzar en una descentralización de las vías.
“Esta carretera hace parte del Plan Maestro de Transporte, y es de alta importancia regional para departamentos como Casanare o Meta. Será fundamental para el desarrollo de la región, especialmente, teniendo en cuenta que hablamos de una zona con un potencial de 80 a 100 millones de hectáreas productivas para la agricultura. Todos esos productos podrían transportarse mejor sin necesidad de pasar, obligatoriamente, por la vía Bogotá – Villavicencio”, señaló.
En línea similar, Héctor Salazar, gerente del Grupo Geoandina, destacó que este corredor es necesario para impulsar el desarrollo agroindustrial y resaltó la importancia de los aportes del sector privado para lograr ese objetivo.
“Esta obra, y en general todas las concesionadas de este programa, sería imposible sin los aportes del sector privado. Las concesionarias hacen unos aportes a riesgo que, en buena medida, recuperan con los peajes. Este es un tema muy importante, y es importante que no se politice, porque sin peajes y sin sector privado no habría vías”, enfatizó el experto.
Cómo es la carretera
De acuerdo con el más reciente reporte de la Concesionaria vial del Oriente (Covioriente), la obra, que tiene una inversión capex de $2,57 billones, ya superó la ejecución de 40% reportada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) con corte a febrero 28 pues, de los 266 kilómetros de longitud concesionada, ya se han intervenido 187 km de vía existente, 42 km de la nueva segunda calzada y 88 km ya están completamente asfaltados.
La concesión, en su totalidad, contempla: 251,88 km de mejoramiento de calzada sencilla, 40,73 km de construcción segunda calzada, la rehabilitación de 8,92 km de calzada sencilla y la construcción de 5,42 km de calzada sencilla. En cuanto a otras obras, está previsto el mejoramiento de 105 puentes, la construcción 49 adicionales y 41 peatonales, tres estaciones de peaje y un centro de control operacional (COO).
De acuerdo con la concesionaria, “el avance de la construcción y refuerzo de los puentes vehiculares asciende a más de 45% y, aprovechando la actual temporada de verano, las labores se enfocan en la cimentación de 31 puentes vehiculares y más de 100 pontones”.
“Por ejemplo, entre los puentes, destacan los localizados sobre los ríos Caney en Restrepo, Túa en Monterrey, Guacavía en Cumaral y el segundo puente sobre el río Charte en Yopal”, explicó Paulo Franco, gerente general de Covioriente.
En lo que tiene que ver con la gestión predial, el directivo de la concesionaria explicó que ya tienen disponible 90% de los predios que requieren para concluir la ejecución de las obras. Además, añadió Franco, “ya contamos con 100% de los permisos ambientales otorgado por las autoridades”.a unidad tendrá, en total, una inversión de capex de $375.736 millones.
En cambio, la UF5 Monterrey – Tauramena tiene 49 km de longitud, un capex de $ 406.523 millones, y un avance de 38,05%; la UF6, Taurema – Aguazul, tendrá una inversión de $ 253.495 millones, y ya se ha ejecutado 36,63% de la obra en 28,55 km; y finalmente la UF Aguazul – Yopal, ya en la entrada a la capital de Casanare, registra un avance de 35,39%, tiene una longitud de 25,74 km, y costará $482.873 millones.
Con lo anterior esta carretera, según explicó el socio de Infraestructura Legal Francisco Suárez, persigue varios objetivos estratégico.
Avance de obra en los tramos
La totalidad de la obra concesionada está dividida en siete unidades funcionales (UF), distribuidas de la siguiente manera: la UF1, Villavicencio – Cumaral, que registra un avance de 36,58%, tiene una longitud de 25,8 km y una inversión capex de $420.558 millones; y la UF 2, Cumaral – Paratebueno, que reporta un avance de 41,8% en sus los 40,4 km de longitud y tiene un costo de $344.012 millones.
“Una de las principales obras del corredor es la variante Cumaral, que presenta avances en 5,4 km de su longitud y su entrega está proyectada para el mes de agosto de este año”, añadió Franco.
La UF3, Paratebueno – Villanueva, registra un avance de obra de 46,78% sobre la longitud 49,6 km y tendrá un capex de $ 286.040 millones; mientras que la UF4, Villanueva – Monterrey, es el tramo más avanzado de la carretera, pues tiene un avance de 54,52% sobre la cifra de 41,55 km contemplados. Estos, además, por supuesto, de mejorar la conectividad entre regiones.
“Permite conectar zonas marginadas con distintos circuitos económicos, para hacerlas más accesibles, lo cual se traduce en presencia del Estado que contrarreste la acción de grupos armados dedicados fundamentalmente al narcotráfico”, dijo. “Además, permite avanzar en una red de carreteras que conecte a las regiones entre sí para el mayor desarrollo de mercados locales”, concluyó el experto.
El corredor se conectará con la vía alterna a los Llanos Orientales
Como se explicó en texto principal, una de las conexiones de la vía Villavicencio – Yopal es con la Transversal del Sisga, denominada también vía alterna a los Llanos Orientales. En esa, que va desde Chocontá (Cundinamarca) a la altura de la Represa del Sisga, hasta la vereda de Aguaclara, de Sabanalarga (Casanare), es posible viajar a los Llanos saliendo por el norte de Bogotá, pasando por Cundinamarca, Boyacá y terminando en Casanare. La vía, entonces, une Briceño-Tunja-Sogamoso con Villavicencio-Yopal.
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