Pese a las quejas de la comunidad, ninguna autoridad responde.
No hay autoridad ambiental que ponga orden. Varios de estos puentes tienen las barandas torcidas y podrían ocasionar riesgo a los transeúntes.
Además, los caños se volvieron botaderos de basura y ni Aseo urbano, ni Empresa de Acueducto, ni el municipio, les ponen atención.
Doña Rosa, una de las residentes afectadas en el barrio Palmeras, dice que en sector son más de 40 las familias que ruegan que les mejoren las condiciones de los puentes y los caños.
“Esto se volvió un nido de ratas, de drogadictos, de escombreras. Los olores son fétidos y por ejemplo el puente que esa cercano está que se cae y me da temor cuando mis nietos van para el colegio”, relata doña Rosa.
Otros vecinos denuncian que estos caños son un problema de todos pues hay gente que “le importa un bledo venir a botar las basuras”.
”El problema no es para los que botan estas basuras es para quienes habitamos en el sector”, dicen otros vecinos, que llevan días y días esperando la visita del municipio y de las entidades responsables para que hagan limpieza y pongan mano dura a los malos ciudadanos.