Lo que no se ha podido hacer por falta de un buen matadero, lo ha logrado la naturaleza. Esta semana casi un centenar de semovientes murieron cuando les cayó un rayo.
Sucedió en la finca El Chaparro, a solo diez minutos del casco urbano de Hato Corozal. Según relatan vecinos, un rayo fue el causante de la muerte de las 83 reses, que para resguardarse las lluvias y la fuerte tempestad que caía sobre el cielo del pueblo, se resguardaron debajo de unas palmas de corozo.
El encargado de la finca quedó asombrado cuando vio los fuertes animales (cada uno entre 450 y 500 kilos de peso) tirados en el piso, calcinados y oliendo a chicharrón.
“Fue un rayo”, dijo cuando vio los restos de los animales, y de inmediato acudió a avisar a las autoridades. El Ica y otras entidades agropecuarias y ambientales, tomaron muestras y las remitieron al laboratorio con el fin de constatar la causa de sus muertes.
Los restos de los animales fueron incinerados para evitar la propagación de olores y epidemias.
Reses sacrificadas por el clima
Este año ha sido difícil para los ganaderos de este municipio del norte de Casanare afrontar los fenómenos climáticos. El fuerte verano y la escasez de agua causó la muerte a un número que podría superar las 500 reses, recordemos que en diciembre del año pasado un bus de la empresa libertadores arrollo 27 vacas y ahora las tormentas eléctricas arrecian contra esta especie.
El pasado sábado 20 de abril en el hato Nomenome ubicado a orillas del rio Casanare en la vereda Suni, jurisdicción de Hato Corozal, un rayo cayó sobre un palo de mango y mató cinco reses que se encontraban refugiándose de la lluvia bajo un árbol cercano a la casa, lo que ayudó a que se aprovechara parte de la carne que no sufrió daños por la descarga eléctrica.
Expertos llaneros explicaron que cuando hay tormenta los animales suelen agrupasen cerca a alambrados o debajo de árboles. Llamentablemente en la sabana abunda la palma o corozo uno de los tantos árboles que atraen los rayos, desencadenando hechos lamentables como estos, en donde algunos mueren de la descarga directa y otros de infarto por el stress causado en el instante, la pérdida económica es sustancial.
De momento este hecho en Hato Corozal (HTC) marca la historia en el mundo teniendo en cuenta que es el mayor número de individuos muertos en un mismo momento por una descarga eléctrica. Entre los hechos similares en el mundo se tiene el caso reportado en San José- Uruguay en el 2009 en donde mueren 52 reses razas Hereford y Normando, en 2004 un rayo mató a 31 vacas que buscaban refugio debajo de un árbol en Dinamarca, en 2005 68 fueron electrocutadas de la misma manera en Australia.
DEYLER ESCALANTE ARIAS /CAPIBARA MUNDO NOTICIAS