A Tomás Buitrago Niño le decían que iba a vivir mucho tiempo, tenían razón, cumplió 100 años.
El pronóstico también lo hizo su esposa Soledad Valderrama, una profesora que hizo su labor de formar niños en la vereda Pachacual, El Espino. “A Tomás no lo mueve un terremoto” repetía Soledad.
La mujer, que tenía 11 años menos que Tomás, lo dijo porque su esposo siempre ha sido muy tranquilo, también lo veía como un hombre sabio y dado a la comunidad, tanto así que un día le insinuó que debía ser sacerdote.
Pero, no lo fue, y en cambio tuvieron 6 hijos; Bertulfo, Amanda, Luis, Olmer de Jesús, Ligia Isabel y María Ruth. La pareja de esposos sobrevivieron a la más cruenta rivalidad política que existió en el siglo pasado en el país, cuando ser liberal o conservador era una sentencia para perder la vida.
En la época de la ‘violencia’ Tomás tomó partido por el azul conservador. El hombre de un siglo nació en El Espino, al norte de Boyacá, el 21 de febrero de 1919. Perteneció a una banda de música, tocaba la trompeta.
Amante de la naturaleza y de las labores del campo, fue concejal en Cubará por su liderazgo. Y, todavía va contando sus días. Ligia Isabel, la hija de Tomás, se tomó el papel de ser la biógrafa de su padre para contarle a Boyacá Sie7e Días qué ha pasado en un siglo de vida.
“La mayor parte de la vida de Buitrago Niño la dedicó a las labores del campo, una actividad que amaba, en la cual se concentraba tanto que ocupaba todo el tiempo” resaltó . La hija recuerda que en Cubará, para ir a la escuela, su padre amarraba a los hermanos con unas cuerdas y luego a una polea para pasar un río. “Es un hombre único, que transmite tranquilidad, siempre fue leal y fiel” dijo Ligia.
