El Mandatario visitó la zona de la tragedia, saludó a los médicos y les agradeció la labor desempeñada sin descanso desde la noche de este viernes.
A la llegada del Presidente Juan Manuel Santos a Mocoa, algunos de los damnificados narraron cómo vivieron el embate de la naturaleza, materializado en el desbordamiento de tres ríos y algunas quebradas, padecido pocas horas antes.
Uno de los habitantes de la zona le contó al Presidente que a media noche entre el caos de la gente que intentaba salir de sus viviendas, vio cómo algunas personas inescrupulosas se aprovechaban de la situación y saqueaban viviendas y locales comerciales, de donde se robaban la poca mercancía que se salvó.
Una de las llamadas de los habitantes Mocoa a las líneas de emergencia dan cuenta del desespero y la angustia de estas familias al sentirse acorraladas por el agua, en una de las conversaciones una mujer identificada como Laura Montoya, con la voz entre cortada dice: “Le solicitamos a la Policía, al Ejército un helicóptero, aquí en Los Pinos, estamos en peligro de muerte, el agua ya llega a la mitad de la casa”.
En otra parte de la llamada la mujer desesperada describe lo que está viviendo “Estamos en un techo, en un segundo piso, por favor, un helicóptero o algo, ayuda, hay niños, hay ancianos, estamos muchas personas aquí, hago un llamado a los organismos de socorro, al alcalde, a todos que por favor nos ayuden.
Lina Marcela Morales otra damnificada está en la búsqueda de cinco de sus familiares, quienes dormían y no tuvieron tiempo de salir de su vivienda, ahora inundada, llena de escombros y maderos arrastrados por la avalancha.
María Clemencia Ordóñez, habitante del barrio La Independencia, contó que uno de sus hijos en medio de la noche sintió como su cama se estaba inundado y alcanzo a salir corriendo de la vivienda con ella.
“Perdimos nuestra casa y todas nuestras cositas, pero estamos con vida, corrimos con suerte”, señala Ordóñez.
Otros damnificados afirman que en medio de la angustia la única manera que encontraron para salvar sus vidas fue rompiendo los techos de sus casas para subirse a los altos de sus viviendas, pues en algunos casos el agua les llegaba al cuello.
Luego del recorrido del Jefe de Estado por los barrios más afectados del municipio de Mocoa, se dirigió al hospital municipal José María Hernández donde habló con algunos de los damnificados que eran atendidos por las lesiones ocasionadas durante la avalancha.
El Mandatario saludó a los médicos y les agradeció la labor desempeñada sin descanso desde la noche de este viernes.
Los heridos siguen llegando al José María Hernández, 22 personas en delicado estado de salud ya fueron trasladadas a centros hospitalarios de mayor complejidad en otros sitios del país, informó el Presidente.
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