COLOMBIAN / BOGOTÁ
La semana pasadas salieron a luz varias demandas en contra de empresarios y políticos que tenían ciertos privilegios en la cárcel y que estaban viviendo como reyes producto de sus negocios ilegales.
Por ende, el pasado martes el Grupo de Reacción Inmediata del Inpec realizó una visita sorpresa a los patios Ere Sur de la cárcel La Picota. Allí están internados algunas personalidades de la política detenidos por escándalos como el del “cartel de la toga” o del caso Odebrecht.
Durante tres horas hombres del Inpec realizaron una requisa en las celdas y encontraron varios elementos que están prohibidos y que fueron confiscados de inmediato.
El diario El Tiempo fue quien hizo públicas las demandas sobre los excesos de los presos. Incluso una de las denuncias era en torno a que varios presos les pagaban un sueldo a las cocineras para que los atendieran, servicio que se acabó por órdenes superiores. Sin embargo, la excusa de ellos es que por seguridad no pueden consumir cualquier alimento que les brinden.
Esta requisa fue realizada días después de que este diario hiciera pública la forma de vida de varios delincuentes, lo que ha causado indignación con las autoridades puesto que no es justo que se tomen la cárcel de ruana.
Esta situación es contraria a la que vive el exjugador de la Selección Colombia, John Viáfara. Sobre el cual se conoció que el deportista acusado de traficar con drogas se encuentra en La Picota y comparte una ceda 3×4 con otros cinco presos.
No tiene acceso a la tecnología y ni siquiera tiene privacidad para hacer sus necesidades, pues el baño queda en la celda sin nada que lo separe. Si bien esa es la condición en la que viven muchos de los presos, no es “justo” que otras vivan cobijados bajo privilegios.
Estos serían los lujos que ya no se podrán dar los presidiarios:
- Uno de ellos es la posesión de dispositivos como celulares y tabletas, los cuales eran utilizados para seguir en contacto con los negocios afuera. Por entrar este tipo de aparatos llegaban a pagar hasta 5 millones de pesos. Esto deja en entredicho la seguridad y el control de la entrada en la prisión.
- La comida antes mencionada también fue prohibida, pues deben comer lo que está estipulado adentro y lo que los demás comen. Pues incluso pagaban sueldos desde 40 mil hasta 200 mil pesos con prestaciones incluidas a las cocineras.
- Otro de los lujos es que contaban con servicio de Internet ilimitado, lo que les facilitaba estar comunicados con el exterior 24 horas al día.
- Una de las ventajas que les quitaron en relación con los demás presos es que tendrán que recibir las visitas conyugales mensuales como el resto y no semanales como ya estaban acostumbrados.
- Por supuesto en sus celdas que parecen más habitaciones de lujo se podían relajar con un vasito de Whisky, pues podían pedir botellas por las que pagaban 800.000 pesos.
En este patio están recluidos algunos exsenadores como Otto Bula, Bernando Miguel quienes están involucrados en Odebrecht. También Francisco Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema.
Algunos por el ‘cartel de la toga’ como Álvaro Ashton y por parapolítica Álvaro García y David Char. Hay quienes están por el tema de Saludcoop y por chuzadas.
Fenómeno de corrupción
En Antioquia también se han reportado casos en las cárceles, en donde los delincuentes viven como si fuera su casa y la seguridad de las prisiones lo permiten. La pregunta es cómo hacen para ingresar televisores, armas, neveras, fogones, microondas e incluso aparatos para hacer tatuajes.
Tras varias investigaciones, las autoridades han descubierto que en muchas ocasiones se trata de bandas delincuenciales que operan dentro y fuera de la cárcel y que se encargan de extorsionar a los mismos presos, los guardas y hasta a los visitantes.
Las mismas bandas se encargaban de realizar fiestas adentro y quienes se negaran a participan eran golpeados. Esto fenómeno se evidenció en la cárcel de Rionegro, municipio de Antioquia.
Y es que el fenómeno de corrupción en las cárceles no solo se da entre guardas y presos, sino con los mismos directores. Eso quedó evidenciado después de que capturaran al exdirector de La Modelo en enero de este año y al de La Picota en septiembre del año pasado.
