COLOMBIAN / CHINA
Una desagradable sorpresa se llevó una madre de familia que pidió alitas de pollo a domicilio en un restaurante de McDonald’s. Resulta que algunas de las piezas de este alimento todavía tenían plumas.
De acuerdo con el relato de la mujer, ella se dio cuenta de esta situación después de que su hija ya se había comido tres alas. Al parecer, la niña se atragantó y cuando tosió expulsó una bola de pelusas.
Fue ahí cuando la madre revisó el resto de comida y encontró las plumas en el pollo que le habían enviado del reconocido restaurante.
El hecho ocurrió el pasado fin de semana en una de las sedes que McDonald’s tiene en Pekín, China.
Antes de dirigirse a poner la queja en el restaurante esta madre de familia tomó algunas fotos y grabó un video en el que se observa que las plumas sobresalían al recubrimiento frito del ala de pollo.
La quisieron compensar y ella no aceptó
Al encontrarse con esta desagradable sorpresa la indignada madre acudió al restaurante para poner la queja.
El Daily Mail informó que allí la atendió una supervisora, quien le dijo que en retribución a lo sucedido le iban a dar más de 10 veces el valor de las alitas de pollo en cupones de comida y en dinero en efectivo.
Sin embargo, la mujer no aceptó ese ofrecimiento y se dirigió a la oficina de vigilancia de alimentos y medicamentos para reportar el caso.
Ahora todo lo que se va a comer su hija, esta mujer lo revisa minuciosamente. A la menor no la llevaron al médico porque además de atragantarse y toser, no sufrió ningún revés en su salud.
Por su parte, McDonald’s se disculpó por lo sucedido. La cadena de restaurantes aseguró que el incidente está siendo investigado.
“Expresamos nuestras disculpas por causarle inconvenientes al cliente con una falla en un producto no fue detectada a tiempo por el personal del restaurante”, manifestó.
Al enterarse de lo sucedido con las alas de pollo en este restaurante varias personas reaccionaron con diversos comentarios.
Algunas de estas personas manifestaron su disgusto con las imágenes y cuestionaron la forma en la que revisan el producto antes de llevarlo a la freidora.
Otros por su parte aseguraron, en tono jocoso, que por lo menos así se comprobaba que las alitas que venden en McDonald’s sí son de pollo y no de otro animal
