En medio de polémicas, porque al parecer tampoco tiene el la idoneidad, dejó el cargo Alvaro Pérez, director de Tránsito departamental. Franco Espitia, es su remplazo.

El repitente nuevo  director de Tránsito lo había ejercido en dos ocasiones : junio 2007 – enero 2008 y del 11 de abril al 25 de junio de 2013. En esta última ocasión lo nombró Julieta Gómez, pero con la llegada de Marco Tulio Ruiz, fue removido de su cargo, para dar paso a una cuota burocrática (Alvaro Pérez)  que más que llenar las expectativas, le creó un problema al gobernador: ineficiente y en duda su idoneidad profesional.

Espitia también se ha desempeñado como secretario de Obras Públicas de Aguazul en 1995 y de Tauramena en 1998. Profesor de matemáticas en el Colegio León de Greiff en el corregimiento de Monterralo de Aguazul y gerente del Instituto de Tránsito de Boyacá .

Espitia lleva 25 años viviendo en la capital arrocera de Casanare, donde también ha incursionado en la empresa privada como consultor, contratista y fundador en 1993 de la Cooperativa de Transportadores de Aguazul, Cootransaguzul limitada.

Alvaro Pérez, el que se va, dijo que renunciaba al cargo por motivos personales. Esta es la tercera «caída» de un alto funcionario de la administración departamental. Primero fue la secretaria de Gobierno Linda Pastrana, quien solo duró quince días; luego Gustavo Ramírez, en Agricultura que presentó documentación falsa de profesional, y ahora Pérez, quien al parecer también presentó documentación irregular para posesionarse. Las Chivas del Llano conocieron que existen varias órdenes de servicio y nombramientos de personas que no reúnen los títulos profesionales, los cuales fueron falsificados para acceder a los cargos.