Desde la mañana del 25 de diciembre, la vida de la familia Vargas Vega en Sogamoso, Boyacá, cambió para siempre. Sarita Michel, una niña de 11 años, desapareció sin dejar rastro en la Vereda Vanegas, tras una noche marcada por diferencias familiares durante las celebraciones navideñas. Han pasado más de dos semanas, pero la esperanza de su regreso sigue intacta.
Leidy Tatiana Vega Sierra, madre de Sarita, rememora ese día con angustia. En la madrugada del 25 de diciembre, mientras la familia de su esposo vivía un momento tenso, Sarita decidió salir de la casa. «La vi cuando salió por el portón. A los 15 o 20 minutos salí a buscarla, pero ya no estaba. La busqué por toda la casa y los alrededores, pero no la encontré», relata con voz entrecortada. La preocupación fue inmediata, y aunque las horas pasaban, no hubo señales de su hija.
«Estoy desesperada, no sé qué hacer», dice Leidy Tatiana, quien, con lágrimas en los ojos, lanza un mensaje a su hija: «Que se comunique, que por lo menos diga ‘estoy bien’, que no se preocupen, pero que nos dé señales de vida, que nos dé alguna opción de cómo está».
Sarita, según la descripción de su madre, es una niña de estatura aproximada de 1.47 metros, con cabello negro largo, ojos color café y una cicatriz pequeña entre sus cejas. En el momento de su desaparición, vestía un jean negro, tenis blancos con detalles rosados, una camiseta blanca con letras y una chaqueta negra sobre otra morada con estampados de la Pantera Rosa. Es una imagen que su madre no deja de recordar.
Una ciudad movilizada y una búsqueda imparable
Desde el primer momento, la comunidad y las autoridades de Sogamoso se han unido para encontrarla. Jorge Cárdenas, alcalde encargado de la ciudad, destacó los esfuerzos que se han realizado, incluyendo operativos con caninos, pero lamentó que aún no se han obtenido resultados positivos. “Se han realizado búsquedas intensivas, pero aún no hemos logrado ubicarla. La Fiscalía URI 23 está a cargo de la investigación y sigue trabajando en el caso”, declaró Cárdenas.
La angustia no solo se vive en la familia Vargas. En todo Sogamoso, la desaparición de Sarita ha tocado los corazones de los habitantes, que, como una sola voz, esperan el regreso de la niña. La Gobernación de Boyacá también se ha involucrado en la búsqueda. La secretaria de Gobierno de Boyacá, María Alejandra Pico Gama, explicó en un comunicado que junto con la Dirección Seccional de Fiscalías, la Policía y las autoridades militares, continúan el trabajo de rastreo. Además, para incentivar la colaboración ciudadana, se ha ofrecido una recompensa de hasta 10 millones de pesos a quienes brinden información útil sobre el paradero de la menor.
Un mensaje de esperanza
La familia, aunque desbordada por la incertidumbre, mantiene la esperanza. Leidy Tatiana, al igual que su hija, sigue esperando señales. “No quiero perder la fe, tengo que seguir buscando”, dice. El dolor y la preocupación son evidentes, pero también lo es el amor incondicional que le tiene a su hija.
Las autoridades recuerdan a los ciudadanos que cualquier información relacionada con la desaparición de Sarita puede ser reportada de manera confidencial a las líneas 165 (Gaula), 123 (emergencias nacionales) o 147 (Ejército Nacional). El llamado es claro: ayudar a que Sarita regrese a su hogar.
En la comunidad, los corazones laten al unísono con la familia Vargas, esperando que un día la niña vuelva a cruzar el umbral de su casa, dejando atrás este angustioso capítulo. Mientras tanto, la búsqueda continúa, sin descanso, con la firme esperanza de que Sarita Michel Vargas pronto estará en casa.
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