¿Donde está la atención al cliente y la solución a los reclamos?
Soy poco amigo de ventilar los problemas personales en esta página, pero ante el desdén de estas empresas no em queda más remedio.
El pasado viernes en la noche compré un celular Motorola en la concesionaria de TIGO loclizada en ALKOSTO de Yopal. Allí, la entonces amabale vendedora, una veterana en edad y en ventas, me imagino, me enseñó las bondades de un Motorola G, doble simcard, supuestamente aprobadas por la Nasa a punta de rayones y rupturas, bloqueos y sobrecargas de energía. Es decir solo le faltaba hablar por sí mismo.
A ella le había contado en el momento de pedirle orientación por un buen equipo que un mes atrás en la tienda TIGO, localizada también en Morichal Plaza (más conocida como ALKOSTO), había comprado un HAWEI que me salió más chimbo que la misma atención de sus vendedores, pues a los cuatro días comenzó a bloquearse y a pesar de mis reclamaciones siempre me salieron con estas evasivas: «que el vendedor no está y él mismo es quien debe solucionar el problema». ¡Qué picardía!
Y pasaron los días y el famoso vendedor no apareció a tiempo, porque cuando hizo su entrada triunfal a la tienda TIGO ya se había pasado el tiempo límite para el cambio y ahora tocaba mandarlo a una revisión técnica que tardaría por lo menos 15 días.
Ante esta «gentil respuesta de TIGO», decidí comprar otro celular para no quedarme silenciado durante estas dos semanas y fue cuando me metí de lambón a comprarlo en TIGO – ALKOSTO, (por una superpromoción del hipermercado ALKOSTO y su aliado TIGO), porque ya me lo habían advertido varios amigos, de que esos celulares salen regulimbis: se bloquean, se apagan, se dañan y lo dejan metido a uno.
Pero por terco y por la ligereza caí en la trampa de TIGO- ALKOSTO. Y debo reconocer mi torpeza por que me dejé embaucar de la vendedora y compré semejante maravilla.
Esa noche, la del viernes (5 de diciembre), llegué a la casa y puse a cargar el celular para darle estreno al día siguiente. Y así fue. Toda escoba nueva barre bien. Pero ya en la noche del sábado el celular se mamó y se apagó. Le aprendió las mañanas a Enerca. Quedó en puras tinieblas.
Este domingo (7 de diciembre) acudí a TIGO- ALKOSTO a hacer la reclamación y la vendedora no estaba en ese momento. Luego de la llamada de su compañera llegó media hora después. Como por arte de magia atinó a decir: «no le puedo cambiar el teléfono porqué está rayado». le busqué las rayas y no las ví ( es cierto que tengo gafas pero no es para tanto). Ella insistió en los rayones y quizás con lupa se logra reconocer uno. ¡Qué picardía!
Su cara de sonrisa orejoba, de ojos radiantes y de gestos amabales ya no era la misma del viernes en la noche. Se transformó: ya no fue amabale, ya no dio explicaciones y mucho menos entendí porqué si el argumento principal que me dio de que la pantalla era a prueba de rayones y resistente, ahora decía que estaba rayado? ¿Fue una venta engañosa? Yo podría tener la malicia de pensar que la vendedora para que no se le cayera la venta le hizo el rayoncito.
Lo más grave, y por la que me sentí robado, asaltado de frente, indefenso consumidor ante esta empresa, es que debo emprender un viacrucis para llevarlo a otra tienda TIGO a «ver si allá lo cambian», previa autorización y chequeo de la oficina de Villavicencio o la de Bogotá. Y ¿la garantía dónde queda? Es que apenas lleva un día de comprado y no creo que por más ignorante que yo sea no lo sepa utilizar. Cualquier persona que se sienta atracada, robada, que deposita la buena fe y al confianza en una marca como TIGO al ver que no le dan solución se emberraca. Y debo confesarlo que no fui ajeno…Me emberraqué. Confié en que iba a salir bueno el producto que compré en TIGO, porque tiene su «puestico» de ventas en un diámetro de dos metros localizado dentro de un almacén que goza o gozaba de buena imagen como ALKOSTO.
Alguien sí me dijo que esa empresa (TIGO) vuelve y empaca los celulares devueltos y los vende «en promoción» como nuevos, luego de un sofisticado maquillaje. Y creo que eso está pasando, porque no es posible que con dos celulares que he comprado en TIGO, haya ocurrido desgraciadamente lo mismo: se dañan en un día.
Y ¿la responsabilidad de ALKOSTO? Creo que debe velar por que sus concesionarios solucionen los inconvenientes. Pero en mi caso no ocurrió. El encargado del hipermercado, con cara de achantado, sin poder de decisión (parado de frente a los dos metros del espacio de TIGO se quedó congelado como un artículo decorativo) dijo que no podía hacer nada y que yo debía hacerle caso a la infeliz vendedora: llevar el aparato a una tienda TIGO que no tiene nada que ver con ALKOSTO. Pregunto: ¿las soluciones a artículos dañados, en mal estado no es corresponsabilidad de ALKOSTO o al menos que esta empresa ayudara a una solución oportuna?.
Me siento atracado por dos empresas que se unen para realizar un «concierto para engañar», por no decir que para delinquir. Jugar con el consumidor, ponerlo al vaivén de lo que digan ellos, no solucionarle el mal servicio y el cambio por garantía de aparatos chimbos. Exponerlo a perder su platica, es un atraco de frente y a plena luz del público, un robo, un delito. ¡Qué picardía!
En la eventualidad de que el celular estuviera rayadito. ¿no se puede cambiar por garantía siendo una falla operativo del aparato? ¿Qué tal si saco un carro del almacén y presenta falla a los pocos días y no me le dan garantía porque tiene un rayoncito o porque las llantas se ensuciaron, o porque lleva un kilometraje?
Por esto estoy invitando a los cientos de afectados no solo por la compra de celulares chimbos, sino de computadores que fallan a la semana, o de la publicidad engañosa, de TIGO, de ALKOSTO, de JUMBO y de otros hipermercados, que me escriban a wilsonduranduranduran@yahoo.com o móvil 3014220815 de TIGO .
Mis denuncias no paran ahí porque irán derechito a la Superintendencia de Industria y Comercio a ver si cuajan unas sanciones.
Y a los directivos del hipermercado ALKOSTO, que muy seguramente querrán demandarme por injuria, calumnia y demás, les digo que no se afanen. Hay muchas denuncias acumuladas de compradores engañados por concesionarios y a cambio de seguir montando falsas promociones y rebajas ALKOSTO, presten un mejor servicio y dejen de atracar de frente a la comunidad de Casanare que merece respeto.
Cualquier parecido con la famosa película: dos pícaros con suerte es pura realidad. ¡Qué picardía!
WILSON DURAN DURAN
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