El periodista Gonzalo Guillén ha descubierto una foto de instantes anteriores al asesinato del líder liberal. Podría existir un video perdido sobre ese magnicidio.
Una fotografía que hasta hoy ha permanecido inédita durante 26 años, destapa inesperados y sorprendentes elementos sobre el magnicidio de Luis Carlos Galán. El más importante es que podría existir un segundo video del crimen, captado, al parecer, por alguien que podría ser un miembro del grupo que asesinó al líder.
La fotografía deja la impresión, también, que de los 18 sicarios que estaban diseminados en la plaza, no uno, como siempre se creyó, sino dos se instalaron debajo de la tarima en la que estaría Galán, de manera que sus posibilidades de sobrevivir fueran ínfimas.
Ese grupo de sicarios que participó en el magnicidio más tarde fue eliminado gradualmente por su propia organización criminal.
La fotografía llegó hace unos cinco años a las manos de un grupo de jóvenes interesados en escribir algún día la historia ilustrada de Soacha, de la cual el crimen de Galán es el episodio más sobresaliente.
Ninguno de ellos recuerda quién les entregó la foto en papel, de 15 por 10 centímetros, y en tres reuniones con este periodista, en septiembre y octubre pasados, contaron que nunca se dieron cuenta de las tres principales novedades históricas que contiene (marcadas para este reportaje con círculos enumerados), a saber:
1) Un hombre aparece haciendo una segunda filmación, hasta hoy perdida, a escasos centímetros de Galán y a pocos segundos de ser atacado con disparos de una subametralladora que fue accionada por debajo del sitio de la tarima en la que se paró el líder para dar su discurso.
2) En la parte de atrás, debajo del saco, el hombre que filma lleva un arma, al parecer atada al cinturón o guardada entre un bolsillo.
3) Debajo de la tarima (extremo derecho inferior en la foto) un sicario exhibe la trompetilla de una segunda arma (al parecer ametralladora) que presumiblemente usaría en caso que fallara el sicario apostado más adelante.
Los tres elementos de la fotografía fueron descubiertos, cuidadosamente examinados y subrayados por este periodista en reuniones separadas con un técnico forense e investigadores judiciales del caso Galán. También por el reconocido antropólogo, investigador y documentalista colombiano Yesid Campos y el fotógrafo colombo-canadiense Richard Emblin, exeditor de fotografía de El Tiempo y actual director de City Paper.
La filmación, de existir, podría guardar valiosa información del magnicidio, captado en tomas de contraplano de las únicas que se conocen, hechas por el camarógrafo de la campaña política, Jesús Calderón.
En Soacha, quienes recibieron la foto en 2010 conjeturaron que había sido hecha por un viejo fotógrafo del pueblo, ya muerto, pero su viuda descartó que su marido la hubiera tomado.
Las fuentes de Soacha pidieron no ser identificadas por considerar que el magnicidio de Galán continúa siendo un tema en extremo peligroso. Ninguna de ellas atinó a identificar al hombre que aparece filmado en la fotografía, pero todas coincidieron en que quien sale armado, entre el animador que lee el papel y el hombre que filma (5), es el fiel guardaespaldas de Galán, Santiago Cuervo, célebre porque en el momento del ataque se lanzó sobre su protegido para cubrirlo con su propio cuerpo y recibió disparos que 24 horas más tarde le costaron la vida.
Juan Lozano, quien fue secretario privado de Galán y estuvo a su lado el día que lo asesinaron, declaró que ignora por completo quién sea el hombre que filma en la fotografía, la cual pudo examinar con cuidado.
Dos hijos de Galán, el senador Carlos Fernando y Luis Alfonso, tampoco han logrado establecer quién es el hombre que filma.
Este periodista, además, consultó a tres personas muy cercanas a Luis Carlos Galán y a su campaña, incluida la abogada María Elena Triana Rivera, y ninguna de ellas tuvo idea ni manera de saber quién es el enigmático hombre de la foto.
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