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GALERIA FOTOS: Recordando el adiós a nuestro padre Eduardo Durán Sierra

Con estas sentidas palabras despedimos al hombre que nos dio la vida y que falleció hace un año el  31 de diciembre.

Miercoles 31 de diciembre de 2014: 9 y 45 de la noche. Le marqué a mi padre a su celular y le dije: Papa te estamos esperando para que escuchemos esas canciones que tanto te gustan:  el compadre Eliodoro, como me compongo, la víspera de año nuevo. Mijo. Ya vamos, me respondió.  Fue la última vez que escuché la voz de mi viejo.

Y es que esa música de antaño, la que le gustaba a él, me trae las remembranzas de toda su vida.  El hombre trabajador y gran padre que nos decía las cosas con cariño y que a pesar de que lo pusiéramos de mal genio, contenía sus palabras y nos respondía con un tenga paciencia mijo, cálmese, hágale caso a su mamá, ¿para qué pelear?

Así era mi padre.  Paciente, calmado, orientador y consejero. Un hombre nacido de las entrañas del campo, que le gustaba el olor de los sembrados y disfrutaba de los amaneceres cargados de la brisa mañanera y del canto de las aves.

Así  era Eduardo Duran Sierra: padre, abuelo, bisabuelo, cuñado, suegro,  compadre, amigo,  que sufría cuando sus hijos, nietos o allegados se enfermaban o tenían dificultades.  Un hombre de principios  que entregó casi 40 años de su vida a defender a la Patria, vistiendo el uniforme de la Policía Nacional,.

Un hombre que  hacía florecer en su pequeña parcela de  su natal Pacho, los más hermosos frutos de la tierra y que disfrutaba cuando iba de vacaciones a Casanare montando a caballo,  mientras nosotros en medio de la alegría de verlo , nos aterraba que pudiera caerse.

Era valiente y nos dio ejemplo de gallardía. Como aquella vez, cuando rondaba los 75 años de edad y voló por los aires en un parapente  sintiendo la brisa de Ruitoque y la Mesa de los Santos en el cañón de Chicamocha cerca a Bucaramanga.

Cómo olvidar al hombre de casa:  que preparaba las comidas típicas; que en los años 70 nos horneaba el pan en la cocina teniendo como asistente a mi mamá; que nos enseñó que barrer, planchar o cocinar, no solo son oficios de mujeres sino que a los varones nos engrandecen porque ayudan a construir el hogar.

Ese hombre vale la pena recordarlo y seguirle su ejemplo. Mientras estuvo con mi madre fue respetuoso con ella  y nos enseñó que debíamos brindarle a ella  mucho amor y cariño. Y por eso, horas antes de su muerte recuerdo que la saludó afectuosamente y con una sonrisa cuando fue a visitarlo: hola doña Elba ¿cómo siguió?

Y cómo olvidar su cariño y amor con Wilma Romero, la mujer que lo acompañó los últimos 14 años de su vida.  A ella gracias por cuidar y amar a nuestro padre,  o a su viejito, como le decía cariñosamente.

En nosotros ella tiene el apoyo. Y se lo prometemos a mi padre, que  Daniel, el menor de sus hijos, tendrá el respaldo de sus hermanos para que salga adelante y cumpla sus sueños de ser un gran hombre en la vida, como lo fue papá.

Padre aquí están tu familia y amigos quienes  aún en tu muerte, te  queremos mucho. Aquí están las familias Durán, Romero,  Valderrama, Sánchez,  Avella, Torres, Jiménez, Sepúlveda, Cáceres, Correal, y tantas otras que hoy te decimos: don Eduardito querido….¡Dios te guarde en su gloria!

Padre aquí estamos tus hijos: Patricia, Juan. Wilson, Carolina, Edgar, Dawring y Daniel. Hemos venido para darte todas las gracias del mundo y decirte que las semillas de amor y fortaleza que sembraste en nuestros corazones seguirán creciendo en  tus nietos, bisnietos y demás generaciones.

Padre: Me duele no haberte dado mi abrazo de partida de media noche, porque te le adelantaste al 2015. Pero  me  queda el consuelo de haberte dado el abrazo ese miércoles. También me queda el recuerdo de tus últimas palabras: mijo gracias por la pinta que me mandaron con sus hermanos. Me veo muy moderno. Vayan tomándose alguito que ya vamos. Espérenme veinte minuticos que ya llego.

Pero nos quedamos esperándote  porque media hora después recibimos la triste y dolorosa noticia de tu partida.

Gracias padre por habernos dado la vida y por brindarnos la esperanza de seguir viviendo.  Esta tarde te decimos  hasta pronto padre…. Porque tu recuerdo perdurará en la eternidad.

Written by
Redacción Chivas

Periodista, Director de www.laschivasdelllano.com y www.laschivasdecolombia.com