19 de abril de 2024 - 9:33 PM
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Falleció Delio ‘Maravilla’ Gamboa, ídolo del fútbol de los 60

Delio Maravilla Gamboa, exjugador fallecido

A los 82 años falleció el bonaverence, Delio Maravilla Gamboa, quien en sus años de gloria en el fútbol colombiano militó en clubes como Atlético Nacional, Millonarios y la Selección Colombia.

El puntero izquierdo y centro delantero, comenzó su carrera a los 19 años en el fútbol aficionado con la selección Vallecon la cual salió campeón nacional en 1956 con la famosa “llave negra” al lado de Marino Klinger y Alberto “Cóndor” Valencia.

Con la Selección participó en la Copa América de 1957 y 1963, además hizo parte del equipo que disputó la Copa Mundial de 1962, dice EL UNIVERSAL de Cartagena

Otra de las actuaciones recordadas por los amantes del fútbol, data de 1960, cuando Maravilla Gamboa, quien era llamado así por sus míticas gambetas, la magia yel talento que exhibía dentro de la cancha, jugó en El Campín ante el Rey del Fútbol, el legendario Pelé.

Los clubes manifestaron su pesar, por el fallecimiento del delantero que dejó su nombre en las páginas de gloria del fútbol nacional.

El apodo de ‘maravilla’

Delio Maravilla, en sus épocas de gloria

De acuerdo con el periódico EL TIEMPO el apelativo de ‘maravilla’ no fue por su juego, sino por una ‘herencia’ de charla.

Contrario a lo que muchos creen, A Delio Gamboa Rentería el apodo de ‘Maravilla’ no le llegó por su extraordinario juego, por la elegancia para manejar la pelota, por su capacidad para anotar goles.

El mote le cayó por herencia. Un hermano suyo, Santiago, también futbolista, se destacó, antes que Delio, en el fútbol aficionado de Buenaventura, especialmente por su pegada. Cada vez que llegaba a una charla, decía: “Qué maravilla esto, qué maravilla aquello”. Y los amigos le empezaron a decir así, Maravilla. Y cuando Delio empezó a jugar, quedó bautizado.

Delio fue el jugador más importante del fútbol colombiano en la década del 60. Brilló, especialmente, en Millonarios, donde ayudó a conseguir el tetracampeonato (1961, 62, 63 y 64). Pero su talento comenzó a verse desde mucho antes. En la cancha Baraya, en Buenaventura, se juntó con otro brillante atacante, Marino Klinger, con el que hicieron una carrera casi paralela. Pero mientras tanto, tenía que trabajar duro. Trabajaba como referencista en el puerto: debía anotar el número de referencia de cada bulto que llegaba y ponérselo, uno por uno. Así obtenía el apoyo para seguir con el deporte.

En 1956, integró una famosa delantera, la ‘Llave negra’, con Klinger y Alberto ‘Cóndor’ Valencia, que brilló, al mando del húngaro Jorge Orth, en la selección del Valle del Cauca, en 1956, que terminó ganando el campeonato nacional, en Medellín, con goleada incluída en la final a Antioquia (4-1).

Pero el partido que lanzó a la fama a Orth, al equipo y a Delio fue un amistoso frente a River Plate, el 27 de enero de 1957. En un extraordinario documental sobre su vida, ‘Una maravilla de viaje’, realizado por Juan Carlos Díaz Giraldo en 2003, Delio recordó: “Para nosotros era muy difícil, estábamos enfrentando a jugadores muy buenos, jugadores de primera línea. El comienzo fue muy difícil, ese era un equipo al que no le ganaba nadie”.

La crónica del diario Intermedio, al día siguiente, destacó el logro del equipo criollo, que hizo gozar a 20.603 espectadores en el estadio Pascual Guerrero: empató 2-2, con goles, cómo no, de Klinger y Gamboa, y pudo haber ganado. “Se ha dicho en alguna ocasión que la historia del fútbol colombiano se ha dividido en dos grandes porciones, antes de la venida de un jugador argentino de renombre y después de su arribo al país. Pero lo realmente definido, si es que quiere hacerse reminiscencia meritoria, será hablar en lo sucesivo del fútbol colombiano antes de la Selección del Valle y después de ella”, escribió el corresponsal Joaquín Marino López.

Inmediatamente los clubes profesionales se interesaron en él: curiosamente, no salió para ninguno de los clubes de Cali, sino para Atlético Nacional, con el que debutó en 1957. Ese mismo año estuvo en el Campeonato Suramericano de Mayores, en el que la Selección Colombia logró su primer hito: le ganó 1-0 a Uruguay. En ese torneo, Gamboa anotó tres goles, uno a Argentina y dos a Ecuador.

En 1959, Efraín ‘Caimán’ Sánchez, que jugaba en el Atlas, lo recomendó para jugar en el Oro de Guadalajara. Estuvo dos años en México, y en ambos se destacó como el mejor jugador extranjero del campeonato. En 1961, por pedido de Gabriel Ochoa Uribe, volvió al fútbol colombiano para actuar con Millonarios, al lado de Klinger, que ya estaba en el club desde 1957, y del experimentado Carlos Arango Medina. Pero también, como número 10, jugó los dos partidos en los que Colombia eliminó a Perú y obtuvo la casilla para el Mundial de Chile.

Títulos Millonarios

1963 / . Abajo: Genaro Benítez, José Romeiro, Carlos Campillo, Delio ‘Maravilla’ Gamboa y Rubén Pizarro.

En la Copa del Mundo no le fue bien. Se lesionó en el primer partido, frente a Uruguay: quedó con un tobillo inflamado y no pudo jugar más. Tuvo que soportar las críticas de parte de la prensa, que afirmaba que ‘Maravilla’ no quería jugar, por miedo. Ochoa, a su regreso a Millonarios, lo ayudó a salir de ese mal momento. La lesión estaba más que comprobada. 

A comienzos de 1964, Ochoa se fue de Millonarios, peleado con los directivos, y el plantel, dirigido al final por el ‘Caimán’, completó el tetracampeonato. Pero el médico aceptó una oferta del archirrival azul, Santa Fe, y pidió a Gamboa como refuerzo. Para 1966, ‘Maravilla’ cruzó de vereda y también salió campeón. Klinger llegaría a Santa Fe un año después.

‘Maravilla’ se fue a Once Caldas en 1968, luego pasó al Tolima y en 1973 volvió a Millonarios, con el que llegó a la semifinal de la Copa Libertadores. El mejor jugador de la década del 60 debía entregar la posta. Ya en Millos despuntaba Willington Ortiz, que recibiría esa herencia.

A Millos le entregó todo. Una noche, en un partido contra Independiente en la Copa Libertadores, terminó como arquero luego de una anécdota inverosímil. El portero azul era Senén Mosquera. El juez chileno Juan Silvagno pitó un penalti. El encargado de cobrar los penaltis era Ricardo Elbio Pavoni, un histórico zaguero uruguayo. Senén le dijo: “Te voy a tapar el penalti, estás acabado”. Efectivamente, Mosquera lo atajó, pero Silvagno ordenó repetirlo.

Senén subió la apuesta: “Lo voy a tapar, ¡y me voy!”. Pavoni cobró, Mosquera volvió a tapar, ¡y se salió de la cancha! Delio se paró en el arco, atajó los últimos cinco minutos y no le marcaron gol. El amor por el fútbol lo llevó hasta a eso, a ponerse en un puesto que no era el suyo. Una Maravilla.

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Redacción Chivas

Periodista, Director de www.laschivasdelllano.com y www.laschivasdecolombia.com