Vivió la humillación de los atracadores y ahora la de la Fiscalía. Su moto no se la han devuelto
El drama comenzó para Mayerly Vargas, una jovencita eswtudiante que el martes a las once de la noche (12 marzo) llegó a su casa, en el barrio La María, luego de asistir a clases de su universidad.
Cuando estaba abriendo el garaje tres hombres la intimidaron con un arma de fuego, la hicieron descender de su moto y salieron despavoridos.
«Yo no opuse resistencia, y antes les entregué mi celular», dijo Mayerly, todavía con el nerviosismo y la tristeza de que la justicia en Colombia es injusta.
Una vez fue asaltada, Mayerly llamó a varios amigos y con la ayuda de la red de taxistas logrón dar con el sitio a donde se habían escondido los delincuentes. Hasta allí llegó la Policía que nada pudo hacer, porque la Fiscalía no emitió la orden de allanamiento.
Así llegó el día siguiente: los supuestos ladrones guardados en una vivienda de la calle 40 con 8, y afuera, la Policía, «prestando guardia» para que no se volaran. Peor la orden nunca llegó.
Mientras tanto los hombres, sindicados del atraco , salían a las ventanas y a la calle, y en medio de burlas le tomaron fotos a Mayerly, quien atemorizada abandonó por algunos instantes el lugar.
Hacia las 11 de la mañana, una mujer permitió que la Policía entrara a la casa, y allí fue localizada la moto. «Aquí vinieron y nos la dejaron, tuvimos que recibirla obligados», dijo la mujer a las autoridades.
La moto la subieron a un carro de la Policía, y hasta anoche la Fiscalía no se la había entregado a Mayerly, aduciendo que debía iniciar una rigurosa investigación. El calvario continúa para esta mujer, que como premio a su valentía, la Fiscalía le puso trabas en los procedimientos.