El hombre circulaba por Duitama llevando estupefacientes casa a casa. Fue capturado junto a otras 7 personas
Hace unos años, Justin y sus dos medios hermanos concibieron un sistema para vender droga a domicilio a los habitantes de Duitama. Organizaron viajes para ir a comprar marihuana a Bogotá en buses municipales, implementaron una línea telefónica que rápidamente intercambiaron por grupos de whatsapp a los consumidores locales y le vendieron paquetes de hierba con descuentos a los jíbarios del pueblo.
Por el expendio de 10 dosis personales, Justin, Mechas y el Barbas reclamaban 60 mil pesos, dejando cerca de 40 por ciento de ganancia a los vendedores que luego redistribuían el producto en bares y barrios del lugar.
Pero el verdadero «plus» fue que contrataron a dos repartidores en motocicleta encargados de llevar la mercancía a la casa de sus clientes más lejanos, y a otro en bicicleta responsable de las diligencias más cercanas.
En la motocicleta viajaban José, el conductor del vehículo y Scrappy, un condenado a una pena de prisión domiciliaria por el delito de porte y tráfico de armas de fuego. Al parecer, la vigilancia de los guardias del Inpec encargados de supervisar su pena no le impidió deambular por Duitama para distribuír las drogas con todo y su brazalete electrónico.
Llegó a ser tan conocido entre la comunidad local que se volvió el segundo al mando de la empresa de «correo de la noche» de Duitama.
Pero el negocio duró hasta septiembre de 2016, cuando un informante de la Policía en busca de una recompensa les puso una trampa. El hombre llamó a la línea teléfonica para pedir un moño de marihuana para la artritis de su madre, recogió la información, se citó con los vendedores y le ofreció el número a los agentes del grupo de estupefacientes de la Sijín.
En ese momento iniciaron las interceptaciones telefónicas y los seguimientos que llevaron al desmantelamiento del servicio de droga a domicilio de Duitama. Al igual que los otros vendedores, Scrappy fue captado en las cámaras ocultas de la Policía.
De acuerdo con la información que recabaron las autoridades, los Seguros -como nombraron a la banda- vendían cualquier cantidad de marihuana a todas horas del día y de la noche, cambiaban de línea de teléfono frecuentemente para no ser detectados y usaban códigos para pedir el producto. Para solicitar un moño sus clientes preguntaban por un Diego o una camiseta verde, para un octavo, un octavio o un ocho y para cuarto de kilo, una cuarteto. En varios de los audios intervenidos se escuchan las negociaciones con sus clientes.
Después de corroborar los alias de cada uno de los miembros del grupo y verificar sus rutas de negocios, los agentes de la Sijín encargados del caso realizaron un operativo el 27 de julio a las 4 de la mañana para coger a los microtraficantes en sus casas. Realizaron 9 allanamientos simultáneos bajo el cobijo de la fiscalía 8 local y fueron capturadas 8 personas que serán imputadas por los delitos de tráfico, fabricación o Porte de estupefacientes y concierto para delinquir.
