
Clan del Golfo
La Fiscalía General de la Nación asestó un duro golpe al Clan del Golfo al descubrir una red criminal dedicada a reclutar jóvenes de manera forzada para sumarlos a sus estructuras armadas ilegales.
De acuerdo con la investigación, dos adolescentes fueron secuestrados en zona rural de Remedios (Antioquia) y trasladados a una finca en la vereda Los Mangos, donde permanecieron más de dos semanas retenidos en contra de su voluntad. Durante ese tiempo, los menores fueron sometidos a amenazas de muerte, adoctrinamiento e instrucción en manejo de armas, explosivos y tácticas de combate, con el propósito de vincularlos a la subestructura Jorge Iván Arboleda Garcés.
Gracias a las labores de inteligencia, la Fiscalía identificó a tres de los presuntos responsables: Harold Alberto Marín Ríos (alias El Mocho), Jonis David Garzón Gallego (alias El Negro) y Eder Giovanni Sánchez Rodríguez (alias Lucas). Los tres fueron presentados ante un juez y enfrentan graves cargos por concierto para delinquir agravado, secuestro extorsivo agravado y entrenamiento para actividades ilícitas.
Las pruebas indican que Marín Ríos y Sánchez Rodríguez eran los encargados de custodiar y entrenar a los jóvenes bajo intimidaciones constantes, mientras que Garzón Gallego habría asumido la logística del secuestro y el transporte de las víctimas hasta el lugar de cautiverio.
Aunque los procesados no aceptaron los cargos, el juez les impuso medida de aseguramiento en centro carcelario. El caso deja en evidencia una de las formas más crueles de reclutamiento forzado en el país, en la que menores de edad son usados como carne de cañón en medio de la violencia que azota el territorio.