La compañía que mantuvo varios años la operación de Enerca, estaría en quiebra.
En marzo de este año, el representante legal de Cenercol SA, Javier Ricardo Acero Pinto, le solicitó a la Superintendencia de Sociedades que admitiera a la empresa en el proceso de reorganización. Esto lo hacía con el fin de declararse en quiebra.
Sin embargo la Superintendencia evaluó la documentación y las pruebas que allegó Cenercol y encontró que le faltaba acreditar el supuesto y presupuestos de la ley.
Luego de que la abogada de la empresa Adriana López Martínez entregara la documentación que requería la Supersociedades, ésta estableció que Cenercol no cumplía con todos los deberes de comerciante. Por ejemplo, no había renovado a la fecha del 7 de mayo de 2014, la Cámara de Comercio de 2013.
En el auto de mayo de este año, la Supersociedades conceptuó que Cenercol «No lleva contabilidad de acuerdo con las normas vigentes y principios de contabilidad aceptados en Colombia, toda vez que en los estados financieros a febrero 28 de 2014 no se encuentran reconocidos los activos, pasivos, ingresos y porcentaje de participación que le corresponde en los consorcios denominados Consorcio Fyrcol (50%) , Consorcio Cenertol (50%), Consorcio Gas del Casanare (15%) y Consorcio Vías para la integración y desarrollo (5%).
Y en el mismo auto que conoció Las Chivas del Llano, expresa la Super que en el inventario de retenciones y aportes de nómina, acreedores varios e impuestos sobre las ventas por pagar, figuran saldos débitos, es decir contrarios a la naturaleza de las mismas.
Por estas y otras consideraciones le fue negada la solicitud de reorganizaicón, hecha ante la Superintendencia de Sociedades.
Las demandas
«Yo no entiendo cómo es posible que una empresa que contrata con Enerca, no tenga documentación en regla y mucho menos, cómo es posible que Enerca contrate o suscriba convenios con una empresa que no llena los requisitos legales», dijo el abogado José Mauricio Riaño Barrera, apoderado de la empresa Federcol Suministros Industriales, con domicilio en Bogotá, la cual le despachó a Cenercol materiales por más de 80 millones de pesos, que a la fecha no les han cancelado.
Riaño también dijo que «nosotros conocimos de Cenercol porque nos echaron el cuento de que era una gran empresa que trabajaba con Enerca. Llamamos a Yopal y en Enerca nos dijeron que sí podíamos darle crédito a Cenercol. Comenzamos a despacharle alambres, cables, herramientas, cintas, pinturas, esmaltes, llaves de expansión, cuchillos, emulsiones asfálticas, y otros elementos de ferretería».
Y agrega que cuando fueron a cobrar la primera factura, a los 60 días como habían acordado, comenzaron a «tomarnos del pelo. Eso fue hace dos años y siempre nos salían con evasivas hasta cuando decidimos instaurar una demanda civil en Bogotá».
Este portal pudo constatar que las demandas de los afectados contra Cenercol ascienden a 10 mil millones de pesos y que actualmente esta empresa ejecuta obras en el municipio de Fusagasugá (Cundinamarca), que tiene varias de sus cuentas embargadas desde el 2008 y que el edificio sede, también está bajo secuestre.
El abogado Riaño dice que «si no tiene cuentas en los bancos, entonces ¿cómo están moviendo el dinero de los contratos ? O ¿es que la plata la tienen debajo del colchón?
Otras seis demandas de empresas de Casanare fueron instauradas contra Cenercol en las últimas semanas y entraron a reparto en los juzgados de Bogotá.
Mientras tanto una fuente de la Gobernación aseguró que Cenercol presentó una demanda por seis mil millones de pesos contra Enerca, porque la empresa le declaró la terminación unilateral del contrato, y legalmente no podía hacerlo. Lo que debió hacer era solicitar la cesión del contrato. Además, no le canceló algunos pagos a Cenercol.
Próxima entrega: Los dueños de Opsecol