El portal Kien y Ke ilustra la historia del cementerio creado en Nueva York.
En 1896 Samuel Johnson, un importante veterinario de Nueva York, dio inicio a la historia del cementerio más antiguo del mundo. Johnson, en un acto de bondad y compasión, le ofreció a una clienta que sufría por la muerte de su mascota el huerto donde cultivaba manzanas para enterrar al perro. Días después un periódico local publicó la historia y el veterinario comenzó a recibir cientos de solicitudes de dueños que habían perdido a sus perros, gatos, pájaros, conejos, monos y reptiles.
Los servicios que ofrece el cementerio y crematorio de Hartsdale para las mascotas son similares a los de los seres humanos. Es posible hacer un funeral según la religión que se siga, un entierro, decidirse por una cremación o comprar un espacio para hacer un mausoleo. Este lugar tiene planes de financiación y sus puertas están abiertas todos los días menos en año nuevo.
El cementerio, conocido como el ”El reino apacible” y ubicado en un condado de Nueva York (Estados Unidos), tiene cerca de 80 mil animales que reposan en este lugar. Un cachorro de león es el más exótico. Los perros que murieron en la Primera Guerra Mundial también tienen un espacio memorial por su valentía y sacrificio.
Los dueños de las mascotas pueden elegir entre una cremación o un entierro. En ambos casos, las familias pueden estar presentes y está permitido rodear a su mascota con juguetes, cobijas y flores. Durante su última inspección, la Asociación Internacional de Cementerios de Mascotas indicó que los procedimientos y controles de este cementerio exceden los estándares de la mayoría de los crematorios humanos.
Para quienes prefieren enterrar a su mascota, el lugar ofrece más de diez tipos diferentes de ataúdes de madera, metal o plástico de características especiales. También es posible personalizar las lápidas e incluso hacer un mausoleo con fotos de la mascota. En los casos de cremación, las cenizas pueden esparcirse en el cementerio o guardarse en urnas especiales.
El cementerio y crematorio de Hartsdale se ha convertido en un centro turístico. Así lo indican varias páginas en Internet. Sus jardines, esculturas y epitafios son visitados por cientos de turistas al año.
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