Desde el lunes en la tarde cuando se conoció que Jhon Jairo torres, el alcalde de Yopal, se proponía renunciar, ‘la bolsa de valores’ de la capital casanareña se estremeció y sufrió una fuerte caída.
De inmediato los financistas de proyectos, los contratistas de cuello blanco y otros, sintieron que sus inversiones se derrumbaban como un castillo de naipes. Y no era para menos, pues cuentan que algunos ya habían hecho anticipos a cambio de ganarse las licitaciones, de firmar convenios y de otro tipo de negociaciones no tan santas.
Está el caso de una contratista de la canasta educativa. Que lloró toda la noche del lunes y la mañana del martes, porque temía perder su anticipo. Y por el lado de los programas sociales, ni se diga.
Además varios ‘asesores’ que habían hecho lobby la semana pasada y hasta ahora estaban conociendo el panorama, se esfumaron el martes. Y lo mismo ocurrió con varias personas que vienen trabajando gratis a la espera de sus órdenes de servicio: se esfumaron el martes para no seguir perdiendo tiempo.
Pero pasadas las 11 de la mañana, cuando los líderes del Movimiento La Bendición dijeron que no aceptaban que Jhon Jairo Torres renunciara y la ciudad entendió que todo habría sido un show para llamar la atención y despertar la solidaridad de los simpatizantes del Alcalde, la ‘bolsa’ de valores de Yopal volvió a subir y los trabajadores ‘gratinianos’ volvieron a sus labores.
Hoy miércoles, la ciudad volvió a su normalidad. Los que esperaban que hubiera elecciones para que haya orden, los que se alegraron tanto por la salida de Torres como de Luz Marina, sintieron un sabor amargo.
Incluso ya se hacían cábalas del nuevo alcalde. Arcenio, Carlos Fredy, Puentes, Fernanda, y hasta Julio Cala, ya sonaban en el abanico.
Lo cierto es que quienes en un principio alabaron que Torres renunciara por el bien de la ciudad hoy sienten que fueron asaltados en su buena fe. Que jugaron con el sentir de la gente, que ‘le mamaron gallo’ a todo el mundo, y que el Alcalde no tiene la intención de abandonar el cargo.
