La jueza de primera instancia deberá redactar nuevamente la sentencia que condenó al falso chamán; Edgar Gaitán Camacho, luego de un error. Pues en el fallo se anunció que estaba condenado por la violación de tres víctimas, pero en la decisión final se incluyó a una cuarta persona. Por tal motivo, seguirá detenido en cárcel la picota.
El hecho ocurrió en Cundinamarca, luego de que Edgar Gaitán; falso chamán, se aprovechara de la fe de varias mujeres. Por tal motivo, fue condenado en diciembre de 2019 a 29 años de prisión por el delito de acceso carnal con persona puesta en incapacidad de resistir. No obstante, el Tribunal Superior de Cundinamarca anuló este miércoles 28 de octubre esa sentencia, debido a un error producido por la jueza.
En mayo 2019 la funcionaria debía mencionar el fallo condenatorio, en el que se ventiló los casos puntuales y los hechos por los que se le condenarían al falso chamán: en efecto se le acusó de tres casos de abuso sexual. No obstante, cuando llegó la audiencia definitiva en diciembre de 2019, la jueza incluyó a una cuarta víctima.
Este error fue advertido inmediatamente por la Fiscalía y la defensa de las víctimas, que apalearon el fallo y pidieron que Gaitán fuera condenado por los siete casos denunciados y no solamente cuatro. Ante esto, el condenado apeló la decisión, pero pidiendo su total absolución.
El abogado que representa a las víctimas expresó que “tenemos tranquilidad que se mantendrá la condena por tres de las víctimas y cuando volvamos a apelar insistiremos en la condena por el resto» de las personas.
Es importante traer a colación que los primeros rumores de abusos sexuales se conocieron en 1999 cuando menores de edad se atrevieron a contar que Gaitán las tocaba. Sin embargo, no fue sino hasta 2012 que fueron conocidas por la justicia, cuando una joven de 17 años de edad contó a sus padres la humillación a la que fue sometida por Gaitán tras tomar yagé.
Gracias a esto otras mujeres se animaron a denunciar lo que habían sufrido. Los relatos coinciden en que las violaciones ocurrieron en su casa en el barrio Polo Club, al noroccidente de Bogotá, en la finca de La Vega o en las instalaciones de Maya Pijá.
Fuente, Publimetro