Desde 1936 no asistía a la escuela. Es el estudiante más feliz de la Carlos Lleras.
Nació en Junín (Cundinamarca) por allá en 1929. Y ahora se convirtió en el estudiante «más garndecito» en terminar satisfactoriamente los estudios de básica primaria, los cuales logró por los programas que adelanta la Secretaría de Educación de Yopal en coordinación con el Ministerio de Educación Nacional.
Don Jorge Rodríguez Pérez recuerda que en 1.936 asistió a una escuelita veredal de su pueblo, para cursar el primer año de primaria: «En esa época se hacía con la en pizarra».
Hoy, después de tántos años, tántas luchas y tántas dificultades, cumplió su gran sueño: graduarse de la primaria en el Colegio Carlos Lleras Restrepo de Yopal.
Narra que su esposa por aquellas incomprensiones de la vida hace varios años lo abandonó, tal vez por razones de su vejez o por la esclerosis que lo ha venido afectando. «Tuvimos seis hijos y a todos les pude dar el estudio», dice mientras sonríe sosteniendo su diploma.
Al lado de don Jorge también se graduaron 113 adultos de la Institución Educativa Carlos Lleras Restrepo de los ciclos 1 con 21 estudiantes y 83 del ciclo 2, del modelo “A Crecer” implementado por el Ministerio de Educación Nacional con el apoyo de la Alcaldía de Yopal y la Secretaria de Educación y Cultura.
«He vuelto a nacer con esto, a nuestra edad no es fácil, pero echándole ganas, todo se puede, porque nunca es tarde para hacer las cosas», comentó don Jorge.
Los graduandos
Con asistencia de hijos, nietos, biznietos, nueras, yernos y esposas, la Secretaría de Educación de Yopal y las Instituciones Carlos Lleras Restrepo y Técnico Ambiental San Mateo, certificaron a 235 personas que por diversas circunstancias de la vida no habían podido terminar su tercero o quinto de básica primaria.
Las autoridades educativas de Yopal en representación del Ministerio de Educación Nacional y la Institución Técnico Ambiental San Mateo también entregaron certificaciones a 44 adultos del ciclo 1 y a 77 del 2.
En la ceremonia oficial con los graduados se entregaron menciones honorificas a quienes lograron sus mejores calificaciones, y se reconoció la energía y la entrega de los abuelitos, pues la edad no ha sido impedimento para lograr sus objetivos porque para muchos “El límite para aprender será la eternidad”.