Gwinnett, en Georgia, uno de los condados que podría decidir la elección presidencial en el estado, ya comenzó a procesar las boletas electorales enviadas por correo y las emitidas en la votación anticipada.
Los otros “estados bisagra” son Arizona (11), Michigan (15), Nevada (6) y Wisconsin (10).
Es posible que el vencedor declarado en el recuento electoral pierda el total de votos populares a nivel nacional. Eso ocurrió por última vez en 2016, cuando el republicano Donald Trump ganó 304 votos electorales pero perdió el voto popular frente a la demócrata Hillary Clinton por aproximadamente el 2 %.
Podrían pasar días antes de que Estados Unidos sepa quién será su próximo presidente, pero en la sede de Registro de Votantes y Elecciones del condado de Gwinnett, en el estado clave de Georgia, los trabajadores ya están escaneando varios cientos de miles de papeletas enviadas por adelantado por los votantes por correo y por adelantado.
Los recuentos de esas papeletas se darán a conocer en el momento en que cierren las urnas a las 7 p.m. de este martes.
Hasta el 70 % del total de votos de las papeletas ya procesadas se conocerá dentro de esa primera hora, dijo Zach Manifold, supervisor de elecciones del condado.
«Y luego comienza una noche un poco larga», dijo Manifold el lunes a la Voz de América. «Nuestro primer distrito electoral suele llegar alrededor de las 8:30, dependiendo de cuánta cola haya a las siete en punto. Pero el primer distrito es el de las 8:30. Tenemos 156 distritos electorales que deben regresar. No sé por qué, pero siempre parece que el último llega en algún momento entre las 11:30 y la medianoche.
«Después de la medianoche, probablemente tendrás todos los distritos electorales listos y tendrás una idea bastante clara de los resultados finales, al menos los no oficiales, para Gwinnett», dijo Manifold.
Para demostrar la transparencia, se permitirá el acceso a la gran sala donde se abren las papeletas a los medios de comunicación, que se espera que incluyan a decenas de equipos de televisión y otros periodistas de todo el mundo.
Los periodistas estarán detrás de un cordón, pero no se les impedirá observar todo el proceso. Las actividades en la sala de recuento, en otra parte del mismo edificio, se transmitirán en vivo por internet.
El condado de Gwinnett, con una población de aproximadamente un millón de habitantes, es el segundo condado más grande de Georgia. Es notable por su excepcional diversidad, ya que ningún grupo étnico representa más de un tercio de sus residentes.
En 2023, los blancos no hispanos representaban aproximadamente un tercio de la población del país, al igual que los afroamericanos, según los datos del censo.
«Tenemos una población hispana, asiática y negra muy grande», dijo Manifold. «Es una mezcla de lo que es Estados Unidos. Por eso, creo que una de las razones por las que la gente quiere ver cómo es Gwinnett (la noche de las elecciones) es porque Gwinnett se parece mucho a Estados Unidos moderno».
El amplio margen que obtuvo el demócrata Joe Biden en este condado suburbano hace cuatro años lo ayudó a ganar por un estrecho margen Georgia y, por ende, la presidencia, desbancando a Trump.
El condado de Gwinnett votó por los republicanos todos los años entre 1980 y 2012, pero en línea con una tendencia de realineamiento político suburbano, optó por la demócrata Hillary Clinton por un estrecho margen en 2016. Trump, un novato político ese año, ganó Georgia en general en 2016, lo que fue clave para su inesperada victoria presidencial.
Independientemente del resultado de esta semana, Manifold sabe que beberá mucho café desde el martes por la mañana para mantenerse alerta.
«En estas elecciones presidenciales, la jornada laboral es de 24 horas la mayor parte del tiempo», dijo. «Empiezo en nuestro almacén a las 4 de la mañana y ya veremos a qué hora salimos de aquí en la oficina principal».
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