La historia de una esposa acongojada parece sacada de uno de los relatos de Agatha Christie, pero es real.
Una mujer italiana sorteó la muerte gracias a su despertador. Cuando tenía 61 años notó que el agua que tenía en la mesilla de noche sabía diferente, por lo que tras mandarla a analizar a un laboratorio y confirmar sus sospechas, compró un despertador con cámara de vídeo incorporada. Grabó a su marido echando ácido clorhídrico en su jarra de agua y ya está en prisión acusado de intento de homicidio.
La mujer llevaba casada 40 años y sus temores quedaron confirmados cuando encontró una botella con un líquido claro entre los objetos de sus marido. Con todas las pruebas en su mano, decidió pedir consejo a su familia y le recomendaron comprar un despertador con cámara.
Ese despertador, un objeto cotidiano aparentemente inofensivo, fue la prueba definitiva para poder confirmar que realmente era su marido el que trataba de envenenarla. El hombre se encuentra en prisión acusado de intento de homicidio, pero asegura que no quería matarla, sino enfermarla un poco para que se le pasara su obsesión por las peregrinaciones religiosas y la emisora ’Radio María’.