El pasado domingo 13 de septiembre, la Organización Indígena de Antioquia (OIA) denunció que el cuerpo de Ernesto Jumí completaba 120 horas en un campo minado del municipio de Ituango.
Jumí, de 32 años y miembro del pueblo embera eyabida en el resguardo Jaidukamá, falleció el 9 de septiembre luego de pisar una mina antipersona.
«La comunidad Jaidukamá del municipio de Ituango sigue a la espera de que se haga el levantamiento oficial del cuerpo de Ernesto Jumí (…). Exigimos respuestas rápidas y urgentes. La comunidad sufre», escribió la organización en un comunicado.
En la denuncia se expone que Ituango fue uno de los municipios priorizados en el acuerdo de paz para el fin del conflicto armado. «Pese a dicho compromiso, no hubo avance en el desminado humanitario que beneficiará a la población indígena. El territorio Jaidukamá está minado desde hace más de 20 años», se lee en el documento.
Aunque la comunidad indígena intentó rescatar el cuerpo apenas se enteró de la tragedia, fue imposible. Por este motivo, los miembros del resguardo han solicitado el apoyo de las autoridades para que la esposa de Jumí y su hija de ocho años puedan darle sepultura.
«Exigimos entonces nuevamente la atención humanitaria a la comunidad Jaidukamá para que dispongan todos los medios y esfuerzos que sean necesarios para recoger el cuerpo del indígena víctima mortal de la mina antipersona e insistimos que a través de múltiples alertas tempranas hemos expuesto el riesgo latente al que están sometidas las comunidades indígenas por este tipo de dispositivos explosivos, situación que no ha sido atendida por las autoridades competentes», puntualizó la OIA.
Fuente, Publimetro
