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Después de algunos años en los que la última meta en Ginebra se alcanzaba tras un tramo en línea, el Tour de Romandía recupera en 2019 su tradición de celebrar dos cronos individuales: un breve prólogo al inicio y una prueba más larga y exigente al terminar. Serán, por tanto, 3,87 kilómetros en Neuchâtel para abrir (martes 30), con un duro repecho en la Rue du Château (200m al 13%), y 17 km para acabar, superando un par de subidas breves pero intensas antes del descenso hacia la ciudad.
Por medio, los corredores que disputen esta prueba worldtour de la Suiza francófona encontrarán un recorrido clásico e inconfundible. Jornadas incómodas, como la de La Chaux-de-Fonds (miércoles 1) con cinco puertos de 2ª, o la de Romont (viernes 3), plagada de repechos y con un kilómetro final a casi un 6%; alguna opción más clara para los sprinters, como la de Morges (jueves 2); y una gran etapa de montaña, el sábado 4, con Sorens (2ª), Jaunpass (1ª), Saanenmöser (2ª), Col des Mosses (1ª) y final en Torgon (1ª; 11,6 km al 8,3%).
