
El expresidente Álvaro Uribe permanece en su finca de Monterìa. Foto: Prensa Álvaro Uribe
En su finca, El Ubérrimo, comenzó a recibir posibles aspirantes presidenciales.
El expresidente Álvaro Uribe parece haber pasado de las palabras a la acción en lo que tiene que ver con las elecciones del 2022. Su finca El Ubérrimo, en Montería, en los últimos días se convirtió en epicentro de la acción política de los sectores de centro derecha.
En su predio rural, se reunió hace menos de dos semanas con Alirio Barrera, el exgobernador de Casanare, a quien al expresidente le gustaría ver en la contienda electoral; pero también el viernes pasado tuvo un encuentro con Dilian Francisca Toro, la más grande electora del Valle del Cauca; y con la familia Char, la más poderosa de la Costa Caribe, políticamente hablando.
Es más, ha sido reiterativo en el sentido de señalar que “ojo con el 2022”.
Por eso las reuniones que ha tenido en su finca no son gratuitas. Es claro que es una forma de acercarse a otros actores políticos, de ir buscando coincidencias y de saber qué están pensando.
En concreto hasta ahora está planteando dos asuntos: una gran coalición y que tenga muchos candidatos que podrían participar en una consulta.
Es así como en la reunión con los Char, a la que asistieron el jefe del clan, Fuad; el exalcalde de Barranquilla, Alejandro (con aspiraciones presidenciales), y Arturo, el presidente del Senado, el asunto fue abordado.
En este encuentro Uribe estuvo exponiendo sus argumentos sobre la situación del país y los problemas que vendrán por cuenta de la pandemia.
Básicamente les habló de que la idea es tener a un grupo de candidatos de los diversos sectores, que finalmente definirían el aspirante presidencial a través de una consulta.
Según la fuente, Alejandro le dijo que tenía dudas sobre si este es el momento más indicado para oficializar una aspiración presidencial.
Char le dijo a Uribe que tenía una obra en Barranquilla para hacer y para defender, que nacionalmente el asunto no era sencillo y que su eventual aspiración podría generar mucha molestia en algunos sectores.
De todas maneras, dirigentes políticos cercanos a los Char insisten en que Alejandro sí tiene aspiraciones presidenciales y que de no lograr ser candidato presidencial podría ser fórmula para la vicepresidencia.
Dilian
En el caso de Dilian, todo indica que por ahora lo que quiere es acercamientos. Tal vez pensando en eso es que el exsenador no estuvo entrando en detalles alrededor de lo que se podría denominar la mecánica electoral, sino que más bien su interés fue charlar sobre los temas de país, sobre las preocupaciones.
Por ejemplo, se supo que a Dilian, quien tiene aspiraciones presidenciales, le habló de la nueva realidad económica del país, del covid, de las prioridades que deberá tener el nuevo gobierno y del referendo que quiere promover-
De todas maneras, la exgobernadora del Valle, quien asistió al desayuno acompañada de algunos congresistas de ‘la U’ de Córdoba, le reiteró que es una clara defensora de los temas de seguridad y de autoridad, pero también de la implementación de los acuerdos de paz.
Uribe reiteró la necesidad, desde su punto de vista, de hacerle reformas a la Jurisdicciòn Especial para la Paz (JEP).
Le dedicaron un largo a rato a hablar de los temas sociales y los proyectos que se requieren para el país.
Alirio Barrera
Mientras tanto, con Barrera, si bien estuvieron hablando de caballos y ganado, el tema fue pedirle que se metiera en la lista de candidatos de su partido.
Barrera fue gobernador del Casanare en representación del Centro Democrático y fue el único que en los últimos años logró terminar su mandato. Su administración consiguió dejar en ceros la deuda pública y fue destacada, por lo que a Uribe le llama la atención.
Sin embargo, es claro que esto apenas comienza, pero que Uribe no quiere que le coja la noche con su candidato presidencial para enfrentar la izquierda. Quiere tener una coalición de muchos sectores, incluidos conservadores y cristianos, y a muchos aspirantes corriendo, para elegir al que esté mejor.
Por eso, es evidente que las citas en El ubérrimo continuarán con diversos actores políticos.