Así registró El Tiempo la muerte de los toros, en Hato Corozal, cuando les cayó un rayo.
El hecho sucedió esta semana en la finca El Chaparro, a solo diez minutos del casco urbano de Hato Corozal, en medio de una tormenta eléctrica.
De acuerdo con el relato de algunos vecinos del lugar, la situación se registró cuando las 83 reses, con pesos superiores a los 450 kilos, se resguardaron debajo de unas palmas para escampar de una fuerte lluvia.
Aunque los encargados de la finca dijeron que el ganado estaba calcinado y «olía a chicharrón», las autoridadades agropecuarias de Casanare iniciaron una investigación para constatar la causa real de la muerte de los semovientes.
Los cuerpos de los novillos fueron incinerados.
Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM |