
Valeria Afanador
CAJICÁ, CUNDINAMARCA — En un giro clave para el caso de Valeria Afanador, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses entregó a la Fiscalía General de la Nación las conclusiones de la necropsia, revelando que la niña de 10 años murió por ahogamiento o sumersión en un medio líquido.
La trágica conclusión se suma a las primeras hipótesis, al precisar que el cuerpo de la menor no presentaba signos de violencia física y que la muerte habría ocurrido en una fecha muy cercana a su desaparición, el pasado 12 de agosto.
Las evidencias forenses
Según el informe, la niña aspiró e ingirió agua y residuos de pantano que fueron encontrados en su estómago y vías respiratorias. La presencia de cambios de adipocira en el cuerpo indica que la menor estuvo en contacto permanente con agua y material biológico en descomposición.
El peritaje forense descarta la violencia física como causa de muerte, al no encontrar signos de desgarros o cortes en las prendas de vestir o en el cuerpo de la niña. Estos hallazgos contradicen las primeras sospechas de un ataque violento.
La investigación continúa
Las conclusiones de Medicina Legal son cruciales para la Fiscalía, que ahora cuenta con una base sólida para su investigación. Aunque las evidencias señalan un posible accidente, las autoridades aún no descartan ninguna hipótesis, pues el hecho de que el cuerpo fuera encontrado en un lugar que ya había sido rastreado sigue siendo un interrogante para los investigadores.
Medicina Legal continuará con estudios adicionales a las muestras de laboratorio tomadas durante el procedimiento, mientras los investigadores de campo trabajan para determinar las circunstancias exactas que llevaron a la niña al río.