Varios finqueros denunciaron ante Canal Capital, que son víctimas de la persecución de las petroleras.
Todos los días las compañías demandan a la población por querellas, ante la negativa de que no quieren vender las tierras para los trabajos de sísmica.
Es el caso de Hermes Romero y su familias que son culpados de que la compañía haya tenido que parar las obras, por inconvenientes con la comunidad. Ahora les cobran los gastos «de brazos caídos» a estos campesinos.