Un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito detalla que el persistente saqueo y tráfico de especies naturales de parajes naturales en todo el mundo afecta a miles de especies en riesgo y limita los esfuerzos para revertir los efectos del cambio climático.
Unas 4.000 especies de plantas y animales se ven afectados cada año por el tráfico ilegal de vida silvestre en todo el mundo, un persistente problema al que los gobiernos deberían hacer frente, según revela un informe de Naciones Unidas para alertar sobre la situación.
La oferta y la demanda de especies exóticas estaría detrás del problema, según detalla el informe mundial de la Oficina de ONU contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), que destaca que a pesar de haberse registrado una reducción de ilícitos contra grandes mamíferos como elefantes y rinocerontes, las especies más pequeñas siguen aquejadas por el saqueo.
La ONU considera que el tráfico de vida silvestre no se ha reducido en dos décadas, por lo que insta a crear acciones consistentes para abordar el problema de oferta y demanda, lo que requiere a los estados crear legislaciones, e incluso aplicar normas contra la corrupción que suelen estar detrás del tráfico, así como seguimiento a investigaciones.
“Los delitos contra la vida silvestre infligen un daño incalculable a la naturaleza y también ponen en peligro los medios de subsistencia, la salud pública, la buena gobernanza y la capacidad de nuestro planeta para luchar contra el cambio climático”, dijo la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly, al presentar el informe.
Agregó que para enfrentar el tráfico de vida silvestre se debe “ir a la par de la adaptabilidad y agilidad del comercio ilegal de vida silvestre. Esto exige intervenciones consistentes y específicas tanto para la demanda como para la oferta de la cadena de tráfico de vida silvestre, esfuerzos para reducir los incentivos y las ganancias delictivas, y una mayor inversión en datos, análisis y capacidades de monitoreo”.
La tercera edición del informe mundial se centra en los daños, el impacto en el medio ambiente y los factores que impulsan el tráfico de animales y plantas exóticas y especies protegidas en cada región.
A la vez, revisar las estrategias globales de combate al tráfico y comercio de ilícitos.
Conteo de daños y las estrategias de saqueadores
En cuanto a los daños a la vida silvestre, este informe considera que entre 2015 y 2021, se pudo constatar -a partir de incautaciones- que en 162 países y territorios se registraron al menos 4.000 especies de flora y fauna traficadas.
Unas 3.250 de esas especies están incluidas en la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, entre las que figuran, por ejemplo, especies de orquídeas raras y otras especies clave para mitigar efectos del cambio climático, dice el estudio.
Los encargados del informe han considerado que detrás del comercio ilegal de especies en peligro figuran amplias redes del crimen organizado transnacional que mueve la cadena desde la extracción hasta la entrega final de los bienes naturales.
“Los traficantes aprovechan las incoherencias y deficiencias en la regulación y la aplicación de la ley, adaptando sus métodos y rutas continuamente para evadir la detección y la acción penal. La corrupción desempeña un papel clave en el debilitamiento de la regulación”, ahonda el estudio, que señala que rada vez los delitos contra la vida silvestre se tipifican con cargos penales.
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