
La vida en el campo no es fácil, y menos cuando los caminos que conectan a las comunidades son un desafío diario. Para los campesinos que recorren la vía Yopal – El Morro, la travesía era una odisea. Lluvias, polvo y baches habían convertido el trayecto en un verdadero dolor de cabeza. Pero hoy, la esperanza de un camino más seguro y accesible está tomando forma gracias al esfuerzo conjunto entre la Gobernación de Casanare, la Secretaría de Infraestructura y las empresas de hidrocarburos del sector.
Con la instalación de sobrecarpeta asfáltica en los puntos más críticos de la vía, los trabajos avanzan a gran velocidad, haciendo realidad lo que parecía un sueño lejano para quienes, a diario, enfrentaban las dificultades del terreno. Las comunidades rurales, siempre luchadoras, se sienten respaldadas por esta acción del gobierno, que les promete un acceso más fácil y seguro a los centros urbanos.
Lo que hace aún más destacable este proceso es que no ha sido necesario recurrir a contratos complicados. Con una administración directa y sin intermediarios, se están optimizando los recursos disponibles, lo que significa que cada peso invertido realmente va a mejorar la vida de los habitantes de la región.
“Antes, era imposible transitar por aquí sin arriesgarse a quedar atascado o tener un accidente. Ahora, estamos viendo que las cosas están cambiando”, comenta con esperanza don Pedro, un campesino de la zona, mientras observa las máquinas trabajando.
En los últimos días, el proceso de reparcheo ha avanzado a pasos agigantados, y ahora ha comenzado la aplicación de la sobrecarpeta asfáltica, gracias al uso de una máquina finisher, que garantiza un trabajo más preciso y duradero. La idea es que, con este tipo de pavimento, la vía no solo sea más segura, sino también más resistente a las inclemencias del tiempo, lo que reducirá los costos de mantenimiento a largo plazo.
Para las familias campesinas, esto no es solo una mejora en las carreteras, es una verdadera transformación. Menos tiempo en el camino significa más tiempo para sus cosechas, para el trabajo en el hogar, para llevar sus productos al mercado sin tener que temer por su seguridad.
“Esto es un gran apoyo del gobierno. Sabemos que no es fácil, pero con cada tramo que arreglan, nos sentimos más cerca de mejorar nuestras vidas”, añade doña Marta, quien también es testigo de cómo el trabajo de la Gobernación va cambiando el rostro de su comunidad.
Este esfuerzo colectivo demuestra que, cuando se priorizan las necesidades de la gente y se gestionan bien los recursos, las soluciones pueden llegar de manera efectiva. Hoy, los campesinos de Yopal – El Morro tienen una razón más para sonreír: el camino hacia un futuro mejor está siendo pavimentado, literalmente, con trabajo y compromiso.
Y aunque aún faltan muchos kilómetros por recorrer, el avance es claro. Cada rueda que pasa por esa vía sabe que está marcando la diferencia, tanto para los que llevan los productos del campo como para quienes anhelan que sus hijos crezcan en un lugar donde el progreso también llegue sobre ruedas.