25 de abril de 2024 - 2:01 AM
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The Smiling Lombana, develando secretos

La cinta que estará en cines de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena, tendrá además una proyección especial este jueves 

Tito Lombana, el prometedor artista autor de la obra de los Zapatos Viejos de Cartagena, quien en su afán de escalar socialmente acabó con el amor de la italiana que se había convertido en su esposa, fue hasta hoy el gran secreto de la familia materna de la directora Daniela Abad Lombana, su nieta.

El escultor cartagenero que nació en el seno de una familia humilde y poseía un talento innato que lo llevó a obtener cierto reconocimiento y una beca de estudios en el exterior, prefirió dejar de lado su arte y dedicarse, a espaldas de su familia, a negocios no muy claros en una época marcada por la ambición en Colombia.

Con su historia llevada a la pantalla grande la joven italo-colombiana quiere generar un diálogo de honestidad y reconocimiento, pues la historia de su familia es la de muchas en un país que sufre de una pérdida de valores por cuenta de la cultura del dinero fácil.

“Una conversación honesta te da la posibilidad de revaluar lo que piensas y es la única manera de que los otros te muestren quiénes son. Por eso me gusta contar mis secretos, pues solo así el otro me dirá los suyos y juntos entenderemos que al final no son tan importantes, que lo que importa es la discusión, el diálogo, la confrontación”, afirma Daniela.

Recoger la historia de Tito les llevó a Daniela y al productor Miguel Salazar más de tres años en los cuales adelantaron toda una labor “detectivesca”, que convierte la narración en un thriller policiaco que es llevado a la pantalla grande de la mano de Producciones La Esperanza y Caracol Televisión.

Los detectives cineastas

Daniela Miguel podrían recibir ya su lupa y un diploma que los acredite como detectives profesionales, gracias al curso intensivo que hicieron con The Smiling Lombana.

El caso que contra Tito Lombana Piñeres adelantó la justicia de los Estados Unidos en 1975 no solo acaparó titulares en dicho país, sino que generó un cambio en su jurisprudencia, de ahí la importancia de dar con los abogados Sam Alba y David Zapp, para que contaran en cámara cómo había sido el proceso. La idea fue de Miguel.

“Había algo de policíaco, algo de cine negro en la película que queríamos explorar y que los abogados nos iban a ayudar a dilucidar. Nunca pensé que los abogados de Tito fueran a estar vivos. Los encontramos gracias a un trabajo de meses de Ana María Hanssen, quien nos ayudó en toda la parte de investigación en Estados Unidos y que incluyó miles de llamadas e investigaciones. Ellos estuvieron siempre muy receptivos con la película, era un caso que había sido en su momento muy importante y que hizo que estos dos jóvenes abogados inexpertos, se ganaran el respeto de la corte con una causa que era casi imposible”, cuenta Daniela.

El abogado Sam Alba es originario de México y gracias a su padre, que trabajaba en un peaje en la frontera, consiguió la visa. Llegó a ser defensor público y terminó hace poco como magistrado de la Corte Suprema en Utah. David Zapp, abogado graduado en Harvard ha sido defensor de algunos narcotraficantes colombianos.

 
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Como ratones de biblioteca

Documentos que sumaban cerca de 1500 páginas debieron ser analizados para entender el proceso que enfrentó Tito Lombana en Estados Unidos en la década de los 70, pero dar con ellos no resultó nada fácil. Empezaron por analizar las cartas que Tito envió a su esposa Laura desde ese país, así como recortes de periódicos que ella había guardado en un baúl, esto les permitió identificar el caso.

Ya con este dato ahondaron en la biblioteca pública de Nueva York y siguieron sus pesquisas por Arizona, Washington y California hasta llegar a Kansas donde finalmente supieron que todo el archivo estaba almacenado ¡en un depósito subterráneo!

“Tras pagar con una tarjeta de crédito nos enviaron por correo un paquete de cerca de 1500  páginas que era el caso de Tito Lombana, algo increíble comparado con buscar un archivo judicial reciente en un juzgado en Colombia”, cuenta el productor Miguel Salazar, a lo que la directora Daniela Abad agrega: “Era una caja enorme llena de papeles que Miguel y yo analizamos detalladamente y a la cual tuvimos que volver varias veces a lo largo de la producción para repasar y volver a entender cosas que no nos quedaban claras. Yo me sentí como una detective en un cuento de Agatha Christie”.

La sangre llama ¡o se encuentra en las redes!

Los hermanos que Tito Lombana tanto quiso ocultar a la familia italiana de su esposa y a la alta sociedad de la época, también son protagonistas en The Smiling Lombana. Daniela, quien conoció a Tito a los 11 años y a quien solo vio en esa oportunidad, no sabía nada de sus tíos, así que se dio a la tarea de buscarlos en redes sociales. Todos mayores de 80 años no resultaron fáciles de encontrar, pero sus hijas sí. “Fue maravilloso ese reencuentro”, asegura Daniela.

Aunque no todo resultó color de rosa, pues la familia de su tío Héctor Lombana, también artista, fallecido en 2008 y quien hoy en día aparece como el creador de la obra de su hermano Tito, los Zapatos Viejos, no recibió con agrado la decisión de incluir esta parte de la historia en el documental.

“Creo que se sintieron un poco ofendidos por cómo se habla de su padre en algún momento, pero yo tenía que hacerlo, tenía que contar la verdad sobre esta escultura que fue tan importante para Tito y que es tan icónica para Cartagena. Que las obras de arte lleven un crédito falso habla mucho de nuestra sociedad, es una ‘colombianada’ que no debería pasar y que la Alcaldía de Cartagena debería conocer y corregir.  Estoy segura que este es un caso entre miles”.

 No habrá trilogía

Carta a una sombra, sobre su abuelo paterno y The Smiling Lombana, sobre su abuelo materno, las dos cintas documentales de la directora Daniela Abad son una radiografía de dos extremos opuestos de la sociedad colombiana, que llevarían a pensar que la cineasta está haciendo una catarsis personal y familiar, a lo que ella responde:

Tal vez, también se podría decir que no tengo creatividad o que es un acto ególatra. En todo caso creo que es bastante común cuando uno está joven en esta profesión, empezar por las propias historias, entender el mundo a través de ese primer mundo que vivimos que es el de la familia y donde de alguna manera, si somos atentos, podemos encontrar muchos de los arquetipos de una sociedad. Los cineastas más maduros camuflan a su propia familia y a sí mismos, en personajes externos, pero finalmente siguen hablando de lo que conocen, de lo que les es cercano.

“La madurez está, tal vez, en darse cuenta que todos los seres humanos somos muy parecidos y que el drama de mi tía o de mi mamá, no se aleja tanto al de la vecina del frente. Creo que cuando uno madura se puede conmover con las historias de los otros porque reconoce en ellos su propia historia o por lo menos unos sentimientos comunes y universales. Yo no he podido madurar, pero ahí voy, creo que ya no haré más películas con mi familia, por ejemplo”.

Definitivamente no habrá trilogía familiar.

Written by
Redacción Chivas

Periodista, Director de www.laschivasdelllano.com y www.laschivasdecolombia.com