
Tras cinco días de una angustiosa espera, los organismos de socorro y la comunidad de Aguazul lograron hallar el cuerpo de la menor
en el río Únete, en el sector de la escuela La Esperanza. La menor había sido arrastrada por las fuertes corrientes de una quebrada junto a su madre y abuela, cuyos cuerpos ya habían sido encontrados en días previos.
La operación de búsqueda, liderada por el alcalde de Aguazul, Nelson Camacho, y el gobernador de Casanare, César Zorro, fue un ejemplo de unión y compromiso, movilizando a un equipo multidisciplinario que incluyó al Cuerpo de Bomberos de Aguazul, Tauramena y Villanueva (con binomios caninos K9), la Defensa Civil, la Gestión del Riesgo municipal y departamental, la Fuerza Aérea, la Cruz Roja, el Ejército y la comunidad local.
La secretaria de Gobierno de Aguazul, Sonia Lozano, informó que en los primeros cuatro días de trabajo se habían recorrido más de 18.5 kilómetros por tierra, agua y aire. En la misión se utilizaron drones, sobrevuelos y buzos para optimizar la cobertura en un terreno desafiante.

Guillermo Velandia, Director de Riesgo de Casanare, brindó una perspectiva detallada de la situación, relatando que la “creciente súbita en cualquier momento puede suceder y en muy poco tiempo y ahí es donde podemos nosotros correr peligro”. Su declaración evidenció cómo el clima fue un factor determinante, dificultando e interrumpiendo las labores de búsqueda en varias ocasiones.
El alcalde de Aguazul, Nelson Camacho, expresó su profundo agradecimiento a todos los que participaron en la operación: “En momentos como este, la fuerza de nuestra comunidad se hace visible en cada gesto de apoyo, en cada jornada de búsqueda, en cada palabra de aliento”.
El hallazgo, aunque doloroso, brinda un cierre a una semana de incertidumbre y dolor para la familia de la menor y para toda la comunidad que se unió en un mismo propósito.
Autoridades y comunidad en la incansable búsqueda de la menor desaparecida en Aguazul