Un taxista que transitaba en las últimas horas dentro de su carro por una arteria vial de la localidad de Puente Aranda en Bogotá, terminó hablando solo, porque el pasajero que transportaba se le desplomó en la silla trasera para morir en un ‘abrir y cerrar de ojos’.
Cuenta el asustado ‘canario’ que un señor se le subió minutos antes al ‘zapatico’, pero en el momento que cruzaban algunas palabras, eso sí respetado los protocolos de distancia y la utilización del tapabocas, a la altura de la Avenida Carrera 68 con la Calle Tercera del barrio Galán, el cliente de la carrera se desgonzó para quedar tendido sobre el asiento de atrás.
El ‘paniquiado’ profesional del volante frenó en seco para bajarse del carro y llamar a la Línea de Emergencias 123 desde donde enviaron agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá y a paramédicos del servicio distrital de salud.
Los socorristas al arribar en una ambulancia y verificar el estado del ciudadano respetando los estrictos protocolos, pudieron establecer que el señor ya no tenía signos vitales.
Unidades de criminalística de la Sijín llegaron en la popular ‘paletera’ al sitio para adelantar las labores de inspección y traslado de los despojos mortales hacia la sede de Medicina Legal en el centro de la capital, en donde forenses de turno tratan de establecer las razones de la muerte.