En un comunicado enviado por la Arquidiócesis de Villavicencio, se explica la suspensión de cerca de 15 sacerdotes quienes ejercían su labor por una denuncia de presuntos actos de pederastia en sus iglesias, para lo cual ya fueron retirados de estas y se tomaron medidas de protección y acompañamiento psicológico para el denunciante.
En comunicado de prensa se manifiesta lo siguiente:
La Arquidiócesis de Villavicencio, en virtud de su responsabilidad humana y social, y fiel a nuestro Señor Jesucristo, siguiendo los lineamientos dados por el Papa Francisco y la Conferencia Episcopal Colombiana de tolerancia cero con los abusos sexuales de parte de clérigos, da a conocer a la opinión pública que:
1. El pasado 14 de febrero de 2020 un ciudadano colombiano, mayor de edad, puso en conocimiento del organismo competente, hechos contra la moral sexual de parte de algunos sacerdotes de esta Arquidiócesis.
2. Conscientes de que estos actos son de suma gravedad, la Arquidiócesis de Villavicencio, deplora y siente un profundo dolor por esta situación. En el respeto y cumplimiento de las normas que la Iglesia católica contempla para este tipo de casos ha emprendido las siguientes acciones:
- Teniendo como prioridad a la presunta víctima, le expresamos nuestro profundo dolor y solidaridad y le hemos ofrecido un acompañamiento psico-espiritual. Ratificamos nuestro compromiso de actuar con claridad y transparencia para el bien de él y de la Iglesia.
- Conocida la noticia y siguiendo los protocolos de la Comisión Arquidiocesana de Protección de Menores esta noticia se puso en conocimiento de la Fiscalía seccional y nos pusimos en total disponibilidad para colaborar con las investigaciones que tengan lugar en este caso.
- La Arquidiócesis de Villavicencio inició un proceso de Investigación preliminar y decidió Ad Cautelam suspender del ejercicio del ministerio sacerdotal a los sacerdotes implicados. Esperando el inicio de proceso canónico penal y respetándoles el debido proceso.
Reiteramos que nos duele profundamente esta situación; para nosotros las víctimas y sus familias, siempre serán lo primero. De tiempo atrás, hemos emprendido iniciativas de trabajo y formación para la erradicación del terrible mal de los abusos dentro y fuera de nuestra institución.
Invitamos para que se den a conocer situaciones en donde alguno de nuestros miembros eventualmente haya traicionado su vocación de servicio y entrega al Señor y a la comunidad. Juntos haremos de nuestra Iglesia un lugar seguro para todos. Finalmente, pedimos sus oraciones para que esta responsabilidad pastoral ante un desafío tan fuerte de nuestro tiempo, de los frutos esperados.