
El sonido del martillo y el bramido de los bovinos son parte de la banda sonora de Casanare. Allí, al ritmo del trote y del negocio, avanza SubaCasanare, una compañía que cumple 27 años de historia y que se ha convertido en un verdadero referente del comercio ganadero en Colombia.
Fundada por Roberto Valenzuela, esta subasta cambió la antigua costumbre de comprar y vender ganado “a ojo” en los pueblos o fincas, por un sistema formal, seguro y con precios justos. Hoy, con una sola sede, es la subasta que más ganado comercializa en todo el país, y la de mayor volumen en el departamento de Casanare.
De la tradición a la innovación
En los últimos cinco años, SubaCasanare registró un crecimiento del 73 % en el número de animales negociados: pasó de 65.000 a 114.000 bovinos, en su mayoría machos para ceba.
La empresa ahora se prepara para dar un salto digital con la creación de una plataforma virtual de subastas, que permitirá conectar productores y compradores desde cualquier rincón del país.
“Nuestra meta es mantener la tendencia ascendente en 2025, con un crecimiento de 6.000 animales adicionales, lo que nos permitiría cerrar el año con 120.000 bovinos comercializados”, afirmó Camilo Flórez, gerente de SubaCasanare.
El objetivo está claro: aumentar un 10 % anual las operaciones, consolidarse en el mercado nacional y hacer realidad una subasta totalmente digital.
Una red que mueve el llano
Cerca del 50 % del ganado proviene de Yopal, pero también llegan animales desde Arauca, Boyacá, Meta y Santander, lo que demuestra la fuerza regional de la empresa.
Flórez destaca el papel de municipios como Paz de Ariporo, Trinidad, San Luis de Palenque, Tauramena y Aguazul, donde la producción ganadera no deja de crecer.
La categoría más dinámica es el macho para la ceba, con pesos entre 250 y 400 kilos, animales que luego se convierten en materia prima para el engorde.
Aunque la subasta mueve más de 30.000 reses gordas al año, su verdadera fortaleza está en el ganado de reposición —machos y vacas para ceba, novillas y terneros de levante—, el corazón del negocio ganadero del llano.
Los precios y el pulso del mercado
El gerente explicó que este 2025 ha sido un año atípico, influenciado por un fuerte invierno que ha elevado los precios:
“En años anteriores, entre abril y septiembre, los valores solían subir durante la época de lluvias. Pero este año, todas las categorías han registrado aumentos de hasta mil pesos por kilo”, señaló Flórez.
Aun así, el incremento de precios ha traído una consecuencia positiva: más dinamismo en la comercialización y mayor movimiento en las ferias, lo que fortalece la economía del campo.
Entre martillos, cifras y mugidos, SubaCasanare demuestra que en el llano la ganadería no solo se hereda: también se innova.
Veintisiete años después, esta empresa sigue mostrando que el negocio puede ser tan fuerte como el toro más bravo, pero con la nobleza de quien trabaja por el campo.