Por Wilson Durán Durán
En las campañas políticas es común que los candidatos tengan el síndrome del abrazo y del beso, de hablarles a las personas y saludarlas como si fueran amigas de vieja data, las tratan de tú a tú, se toman fotos y se dan apretones rompe-huesos, así quede impregnada en su ropa el olor a pueblo, a sudor o a plaza, como sucedió este domingo en Paz de Ariporo.
A esta población vinieron, cada uno por su lado y en sana competencia en busca de amigos y para darse a conocer, a ver si conquistan algún afecto para la encuesta de Centro Democrático, tres de sus precandidatos.
Llegaron con su mejor sonrisa, sus escuderos, sus amigos en busca de aval, y los lagartos que se les atraviesan para que los vean y después cobrarles la presencia.
Subieron fotos a sus redes sociales, mientras sus manejadores de imagen les daban click a las publicaciones, y algunos con perfiles acomodados comentaban que su candidato es el más preparado y bla, bla, bla.
Muy sonriente aparecía Salomón con su 1,2 y 3 en La Reportería, uno de los portales más vistos en la región, que trasmitía un ‘en vivo’ en su Facebook.
Cuando llevaba una hora o algo así de transmisión, y a punto de despedirse, la periodista quiso registrar la última conversación del precandidato con una desprevenida visitante de la plaza.
Acercó su micrófono para no perderse la exclusiva del afectuoso saludo, que a la larga sí fue una gran exclusiva.
Salomón la saludó amablemente y quiso presentarla como una conocida, bueno no tan conocida, que extrañada le respondió que no lo conocía y que era la primera vez que lo veía. “No lo distingo”, le dijo.
El precandidato quiso enmendar la metida de pata y meter en el baile al hermano de ella, a lo que la señora también le contestó negativamente. Salomón titubeó varios segundos, que en el video se ven eternos, para luego decir resignado que estaba ‘un poquito perdido’.
No pasaron 15 minutos de haber terminado la transmisión, cuando el recorte del video comenzaba a hacerse viral en redes.
Esta fue una verdadera metida de pata, un papayazo que no debe darse en este momento en que se lucha por ganar una encuesta, y a los que los precandidatos y candidatos no deben exponerse, mucho menos en una transmisión en vivo.
En vez de estar dando abrazos, repartiendo sonrisas y no sé qué más, deberían concentrarse en reunir a la gente y explicarles sus propuestas políticas y darse a conocer como son, no como los séquitos que los acompaña, convertidos en politólogos y comunicadores los están asesorando.
Si fuera por sonrisas y bonitos peluqueados, busquen a un diseñador de sonrisas o a una de las tantas barberías que existen hoy.
La gente ya no come cuento, la gente come más cuando le dan papaya. Y si no conocían a Salomón ahora sí lo conocen, dando papaya por las redes.
Ver transmisión completa. La papaya está a la hora aproximadamente
