Es por eso que la principal discusión de la jornada era equiparar el texto con lo aprobado por el Senado el jueves y así evitar una conciliación que alargaría el trámite forzando a que se examinaran las discrepancias para consolidar un solo texto.
Y es que las leves diferencias con lo aprobado en el Senado radicaban en artículos que ya habían sido dados por superados, lo que obligó a que terminaran reabriéndose y acomodándose. Esto no gustó a algunos representantes, que se quejaron diciendo que esa conducta mancillaba el espíritu bicameral del legislativo colombiano pues la cámara baja siempre terminaría supeditada a la alta.
En medio del trasnocho, el liberal Juan Carlos Losada pidió que se levantara la sesión viendo las ojeras y los bostezos de sus compañeros y alegando que esto entorpecería el juicio con el que se aprobaría el proyecto, aunque finalmente la votación descartó de tajo que esto sucediera.
Además, algunos congresistas se quejaron por no poder participar en el debate, debido a que de entrada habían acordado limitar las intervenciones a solo un orador por partido en cada artículo. Aún así, pareció primar el deseo de terminar lo más pronto posible: con 98 votos a favor, los representantes aprobaron la reforma poco antes de las 5 de la madrugada
De esta manera, el texto definitivo quedó siendo el mismo y pasará a sanción presidencial para convertirse en ley a la mayor brevedad.
Se trata de la misma ley de financiamiento que la Corte Constitucional tumbó en octubre pasado, pero que se volvió a radicar idéntica como ley de crecimiento económico.
El proyecto, clave para el Gobierno, parecía tener el camino allanado después de que el Senado lo aprobara, la noche de este jueves, teniendo en cuenta que allí tenía una oposición mucho mayor que en Cámara. Aún así, las bancadas opositoras insistieron con vehemencia en sus objeciones y amenazaron con abandonar la sesión, pero luego se arrepintieron.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, la reforma le reportará al Estado un recaudo neto de $ 13,5 billones de pesos en 2020.