
Foto Prensa Angélica Lozano
BOGOTÁ. Tras más de diez horas de sesión, la Comisión Cuarta del Senado aprobó en tercer debate la reforma laboral del Gobierno nacional, dejándola lista para su discusión final en la plenaria del Senado, donde se definirá su futuro antes del cierre de la legislatura, el próximo 20 de junio.
El proyecto, que había sido archivado y posteriormente revivido mediante acuerdo político, fue aprobado artículo por artículo en tres bloques, en una jornada intensa que consolidó un respaldo mayoritario de bancadas diversas. En total, fueron avalados 75 artículos, incluyendo temas claves como recargos nocturnos y contratos para aprendices.
Una reforma resucitada por consenso
El consenso logrado en esta comisión reunió a senadores de Alianza Verde, Cambio Radical, el Partido Conservador, Liberal, Centro Democrático, el Partido de la U, AICO y ADA, quienes dejaron atrás posturas partidistas para dar vía libre al texto negociado.
“Esto no es una reforma peluqueada. La democracia es encontrar consensos y más en un país donde no hay plata”, afirmó el senador Carlos Abraham Jiménez, de Cambio Radical.
Pese al respaldo, el texto aprobado no fue el originalmente impulsado por el Gobierno de Gustavo Petro, sino uno con ajustes y modificaciones derivadas del acuerdo político. La senadora Aída Avella (Pacto Histórico), quien defendía la ponencia alternativa, dejó varias proposiciones que serán discutidas en plenaria.
Controversia en el cierre del debate
El cierre de la sesión no estuvo exento de tensiones. La senadora Angélica Lozano, presidenta de la Comisión y ponente del proyecto, introdujo de manera sorpresiva dos proposiciones: una para establecer el recargo nocturno desde las 7 p. m. hasta las 6 a. m. y otra para fijar el pago del 100 % de domingos y festivos. Esto generó molestias en senadores del Centro Democrático, quienes alegaron que esos puntos no hacían parte de lo consensuado previamente.
Con la reforma aprobada y lista para su cuarto y último debate, Lozano lanzó un mensaje directo al presidente Petro, pidiéndole dejar de lado la consulta popular que ha promovido como alternativa en caso de que las reformas no prosperen en el Congreso.
“El presidente tiene que dejar su embeleco político de la consulta […]. Ahora el balón lo tiene el presidente: ¿va a gobernar o a hacer campaña?”, declaró.
¿Qué viene ahora?
La reforma deberá ser votada en plenaria del Senado en los próximos días, antes del fin de la legislatura. Entre las proposiciones que allí se debatirán está la propuesta del formato 4×3 (cuatro días de trabajo por tres de descanso), aplicable bajo acuerdo entre empleadores y trabajadores.
Mientras tanto, el Gobierno sigue insistiendo en una consulta popular para validar sus reformas sociales, una idea que genera división entre los congresistas y que podría ser convocada por decreto si el Senado no se pronuncia.
Con la reforma a la salud estancada en la Comisión Séptima y con múltiples tensiones en el Congreso, el panorama legislativo para el Gobierno Petro se mantiene incierto.