
Jairo Frey Varón Ramírez, (Foto Indigo)
El nombre de Jairo Frey Varón Ramírez, conocido en los círculos criminales como “Borbollón”, volvió a salir a la luz pública tras ser asesinado a tiros el pasado 17 de julio de 2025 en Huixquilucan, Estado de México. Aunque en ese país mantenía un perfil de “empresario”, en Colombia era investigado como presunto narcotraficante, testaferro del paramilitarismo y autor de homicidios y secuestros.
La Fiscalía colombiana lo vinculaba con las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC), grupo liderado por Héctor Germán Buitrago, alias Martín Llanos, con quien compartió infancia en Monterrey (Casanare) y años después, una estructura criminal.
El asesinato
El ataque ocurrió mientras Varón conducía una camioneta BMW X3 negra en las calles de Huixquilucan. Recibió varios disparos, incluido uno en el cuello. Aunque logró llegar por sus propios medios hasta una sede de la Cruz Roja, falleció horas más tarde en el Hospital Ángeles Interlomas.
Las autoridades mexicanas confirmaron que están investigando el hecho como un posible ajuste de cuentas del crimen organizado, sin que hasta el momento se conozcan capturas ni responsables.
De la clandestinidad a la opulencia
Aunque Jairo Frey intentó mantenerse fuera del radar público, su riqueza era notoria. De acuerdo con informes de la Fiscalía y del ICA, acumuló un patrimonio compuesto por:
- Al menos 10 predios rurales en Casanare y Meta, adquiridos —según investigaciones— a precios sospechosamente bajos.
- La finca El Paraíso en San Martín (Meta) y varios lotes en ese municipio.
- Hatillos ganaderos en Maní (Casanare), identificados con hierros como Fray, 81MW, Sofi y Miei.
- Un local comercial en el Centro Comercial Santa Fe de Bogotá.
- Vehículos de lujo, como Audi y BMW, e incluso un pasaporte falso con el nombre de Manuel Ramírez Salinas.
Según la Fiscalía, sus ingresos no estaban soportados por actividades económicas legales: no tenía créditos, herencias ni registros de ingresos que justificaran las compras en efectivo.
Las autoridades consideran que Varón Ramírez lavaba activos mediante compraventa de ganado y tierras, operaciones que se realizaron en regiones con fuerte influencia paramilitar durante el auge de las ACC.
Narco invisible y acusado de masacres
Su prontuario incluye delitos graves: narcotráfico, testaferrato, secuestro y homicidio agravado. Se le señala como presunto responsable, junto con su hermano, de la masacre ocurrida el 20 de febrero de 2000 en la finca El Tigre, vereda Carola, en Monterrey. En ese hecho fueron asesinados tres hacendados y dos trabajadores de la familia Feliciano, con el fin de despojarlos del predio.
También habría ordenado, según testigos, el asesinato de alias “Culebrero”, un coordinador de rutas de cocaína a España y México, tras una disputa por un cargamento.
En octubre de 2024, la Fiscalía colombiana lo declaró persona ausente dentro de un proceso por homicidio y secuestro, condición que mantenía al momento de su muerte.
El cierre de un ciclo criminal
La muerte de “Borbollón” marca el final de la historia de uno de los llamados “narcos invisibles” de los Llanos Orientales, personajes que combinaron vínculos con estructuras armadas, poder económico y movilidad internacional.
En Colombia, las investigaciones por extinción de dominio continúan, al tiempo que se indaga el entramado de complicidades que le permitió operar durante años sin ser capturado.
📌 Con información de:
Reporte Índigo
El Tiempo –Infobae