El sol arde sobre los Llanos Orientales, y el calor no da tregua. En las oficinas de la Gobernación de Casanare, la preocupación se intensifica. La Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres acaba de recibir la notificación oficial del IDEAM: alerta roja por incendios forestales en 11 municipios del departamento. Aguazul, Hato Corozal, Maní, Nunchía, Orocué, Paz de Ariporo, Recetor, San Luis de Palenque, Tauramena, Trinidad y Yopal son las zonas más afectadas. Los demás municipios están en alerta naranja y amarilla, pero la urgencia se concentra en estos primeros.
El panorama no es alentador. De las 19 alcaldías de Casanare, solo diez cuentan con el servicio bomberil activo: Yopal, Aguazul, La Salina, Pore, Orocué, Tauramena, Maní, Monterrey, Villanueva y Sabanalarga. El resto carece de los recursos necesarios para enfrentar la amenaza de los incendios forestales, que puede desbordar los pocos servicios disponibles. Las autoridades locales temen una posible crisis ambiental si no se toman las medidas necesarias.
En Hato Corozal, la situación es más compleja. Debido al fallecimiento del sargento Obder Gutiérrez, el municipio no puede formalizar el convenio para el servicio de bomberos, ya que aún no se han completado los trámites legales para la nueva elección del comandante. Esta falta de liderazgo pone en evidencia la vulnerabilidad de la zona.
Frente a este panorama, Guillermo Velandia, director departamental de Gestión del Riesgo, emite una circular a los alcaldes instándolos a cumplir con la Ley de Bomberos 1575 de 2012. Velandia subraya la urgencia de contar con un cuerpo de bomberos activo para garantizar una respuesta rápida ante los incendios forestales, que se ven potenciados por las altas temperaturas, los vientos fuertes y las prácticas humanas inadecuadas.
“La prevención es clave. Los municipios deben estar preparados para responder a los incendios de manera inmediata. Si no se actúa a tiempo, las consecuencias para la biodiversidad, las comunidades y la economía pueden ser graves”, explica Velandia.
Mientras tanto, las autoridades recuerdan a la población que las quemas están prohibidas por la ley. Las conocidas como “quemas culturales” para alistar pastos y conucos, comúnmente realizadas en las zonas rurales, son una práctica peligrosa que puede desencadenar incendios fuera de control.
La comunidad está advertida: no solo deben evitar las quemas, sino también denunciar a los responsables de estas prácticas ilegales. Para ello, las líneas habilitadas de Corporinoquia y la Policía Ambiental, 310 818 6137 y 310 303 9066, respectivamente, están disponibles para recibir los reportes.
El tiempo corre. Las autoridades y los habitantes de Casanare saben que la clave para enfrentar los incendios forestales está en la prevención y la cooperación. Todos los esfuerzos ahora se centran en proteger el ecosistema llanero, que depende de la acción conjunta de la comunidad, los alcaldes y los organismos de respuesta ante desastres.
Periodista, Director de www.laschivasdelllano.com y www.laschivasdecolombia.com