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Como un milagro, así consideran los biólogos el nacimiento en cautiverio de un cóndor de Los Andes en el Aviario Nacional localizado en Barú.
Según reportó Noticias Caracol, el esfuerzo de los científicos por conservar esta especie en peligro es enorme, ya que su reproducción se da cada dos años, y el hecho de que esta especie ponga huevos solo en los picos de las montañas, hacía la misión mucho más difícil.
Una vez puesto el huevo, lo que esperaban los biólogos era que el pichón naciera sin complicaciones, y así fue como quedó registrado en video. Este es el primer caso que se da en el aviario.
Como es sabido, las condiciones climáticas de Aviario de Barú no son propias para la adaptación del cóndor, pero aun así los científicos adaptaron en un pequeño espacio las condiciones similares de las montañas, con el fin de que el cóndor se sintiera cómodo para anidar.
“Esta es la ave voladora más grande del mundo, es emblemática en todo el continente, está en nuestro escudo y está en peligro de extinción”, afirmó Andrés Merizalde, director científico del Aviario.
La pareja de adultos anidaron durante 62 días y la eclosión dio como resultado un animal saludable y activo.
José Jiménez, operario del Aviario Nacional en Barú, manifestó que se siente muy orgulloso del logro.
Por su parte Ángela Carreño, directora de mercadeo del Aviario, manifestó que esta noticia ha traído muchos visitantes al lugar ya que este nacimiento es una “noticia nacional e internacional”.
Como el objetivo de este nacimiento es la conservación de la especie, se espera que dentro de unos años esta ave sea liberada en su entorno natural para que ayude de repoblar la cordillera de Los Andes.
Estas aves están en vía de extinción debido a su lenta reproducción. Se calcula que una hembra puede empollar un huevo cada dos años. Este factor es contrarrestado, en parte, por la extraordinaria cantidad de años que puede llegar a vivir: 50.
Por otra parte la mano del hombre ha actuado de varias formas. Por una parte muchos ganaderos ponen carroña envenenada para evitar que los cóndores se acerquen y casen sus animales. Otro factor es que se está destruyendo su hábitat, a lo que se suma que los cazadores lo buscan por sus plumas.