Los guardias eran realmente criminales. Miembros del Inpec les rezaban a duendes para que no descubrieran sus extorsiones.
Se trata de cinco uniformados que hacían parte de una banda delincuencial.
Ellos, desde la cárcel La Picota, extorsionaban a ciudadanos en todo el país.
Miembros del Inpec les rezaban a duendes para que no descubrieran sus extorsiones
El grupo estaba conformado por un cabo y cuatro guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.
Pero quedaron al descubierto por efectivos del Gaula de la Policía.
La sorpresa que se llevaron las autoridades cuando los descubrieron fue un altar que tenían con duendes.
Al parecer, ahí realizaban oraciones para evitar ser capturados, pero nos rezos no tuvieron efecto.
El general Fernando Murillo, director del Gaula, contó en Noticias Caracol detalles.
«Usaban brujería antes de hacer llamadas telefónicas. Se hacían pasar por grupos al margen de la ley. Ponían unos duendes con pesos colombianos y les rezaban para que les fuera bien en la extorsión», indicó.
Luego, desde la cárcel hacían llamadas desde una central telefónica clandestina.
Ellos aseguraban tener personas secuestradas para intimidar a las víctimas.
«Usaban un parlante para atemorizar a las víctimas, para hacerles creer que llamaban desde un aeropuerto. Este aparato tiene el sonido de sirenas de la Policía, anuncios de aeropuertos y terminales. Simulaban ser personas de aerolíneas. La ingenuidad hacía que los colombianos cayeran. Es extraño que estos casos no se denuncien», agregó el director.
Fuente, Publimetro